Más de la mitad del correo que se envía diariamente en todo el mundo es rastreado sin que los usuarios se den cuenta, poniendo en peligro la privacidad de sus datos, según ha dado a conocer el serviciode privacidad de correo Trackbuster.
Se trata, en su mayoría, según ha apuntado
el fundador Trackbuster, Florian Seroussi, en Forbes, de emails procedentes de
equipos de ventas, compañías de relaciones públicas, empleadores y hasta de los
gobiernos. Estos correos incluyen unas líneas de código que permite recopilar
información del usuario, desde su dirección IP y localización hasta datos más
sensibles, como sus movimientos en la red o información personal.
La existencia de tantos correos de este tipo se debe a lo sencillo que resulta crearlos, pues en Internet pueden encontrarse programas y aplicaciones que permiten que cualquiera pueda introducir el código malicioso y espiar a los demás.
Además, el código malicioso empieza a actuar
desde el mismo instante en que el email llega a la bandeja de entrada del
usuario, independientemente de que este se abra o no.
Trackbuster es, por el momento, un servicio gratuito que permite sacar a la luz los correos con rastreador, eliminando el código malicioso, y descubrir así a los espías, aunque para ello solicita acceder a la cuenta del usuario y a ciertos datos de perfil.