China volvió a declararse víctima del 'ciberespionaje' y
aseguró que ningún país tiene pruebas para acusarle de estas prácticas, después
de que Australia mostrara su preocupación tras el supuesto robo por parte de
agentes chinos a Estados Unidos de información sobre aviones de guerra
australianos.
"Esas acusaciones no tienen base alguna", enfatizó
el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Hong Lei, preguntado en
rueda de prensa por unos documentos confidenciales revelados por Edward
Snowden, ex empleado de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, a
la revista alemana Der Spiegel, sobre el robo de información sobre aviones de
última generación australianos a EEUU.
Sus declaraciones llegan después de que la ministra de Asuntos
Exteriores australiana, Julie Bishop, alertara de la amenaza que supone el
'ciberespionaje' al conocer los documentos de Snowden, en los que se asegura
que agentes chinos robaron una gran cantidad de información técnica sensible
vinculada con la construcción de aviones F-35.
Hong consideró que las supuestas evidencias presentadas
"no justifican las acusaciones contra China".
"Los ataques cibernéticos son difíciles de rastrear y el
origen de los mismos es difícil de identificar", aseguró, para añadir que
"no sé qué evidencias tienen para lanzar esas acusaciones contra
China".
Además, el portavoz incidió en que algunos países y personas
"no tienen un buen historial en 'ciberseguridad'", por lo que
manifestó su esperanza en que "no sigan apuntando a otros".
Fuente: El Mundo.es