El dispositivo, fue presentado por la marca surcoreana en
la sala de conciertos del emblemático Madison Square Garden. Y cuenta con pantallas
de 8,4 y 10,5 pulgadas, tiene solo 6,6 milímetros de grosor. Además conecta
directamente con el télefono para recibir y hacer llamadas
La tableta se venderá al público con pantallas Super
Amoled en formatos de 8,4 y 10,5 pulgadas. Los colores con esta tecnología son
más profundos y nítidos, y los negros más oscuros. La resolución es muy similar
a la Tab Pro 10.1 y la calidad de la imagen es como la de las mejores
televisiones.
El diseño es elegante, como el del teléfono Galaxy S5.
En el caso de la tableta grande, el peso es de 465 gramos. La pequeña queda en
294 gramos. Cuenta con una cámara frontal de 2,1 megapixels de alta definición
y se eleva a ocho en la trasera. En el interior, la nueva tableta tiene un
procesador de ocho núcleos Exynos 5 Octa, aunque en algunas regiones equipará
un Qualcomm Snapdragon 800. La gran pregunta era si el nuevo dispositivo iba a
conservar el sistema operativo Android o si iba a utilizar el nuevo que ha
desarrollado para las tabletas. Mantiene el de Google. Además la pantalla Super
Amoled permite una autonomía de 11 horas.
Para potenciar la multitarea, el usuario de la tableta
puede hacer y recibir llamadas directamente desde sus teléfonos, sin tener que
preocuparse de apagar las otras funciones. También toma del teléfono Galaxy S5
el escáner de lector de huellas digitales. “La innovación en un mercado que
crece tan rápido como el de las tabletas no puede ser una excepción”, insisten
desde Samsung. “Seguimos creyendo en su potencial de mercado”, aseguran.
La Galaxy Tab S saldrá al mercado a principios de julio
en bronce titanio o blanco deslumbrante, a un precio 399 y 499 dólares.
Fuente: El Pais.com