Un ensayo con 160 enfermos en Argentina sugiere que las transfusiones urgentes nada más aparecer los síntomas pueden ser un tratamiento barato y seguro para las poblaciones de riesgo
Uno de los laboratorios más exitosos
durante la pandemia está en una antigua discoteca de Buenos Aires. “Cuando
entramos por primera vez, hace unos 20 años, tuvimos que sacar la bola de John
Travolta”, recuerda el médico argentino Fernando Polack, que desde allí ha
coordinado el ensayo de la vacuna de Pfizer contra la covid, con 44.000
voluntarios. La discoteca bonaerense es hoy la sede de la Fundación Infant, una
pequeña organización sin ánimo de lucro dedicada a investigar las enfermedades
respiratorias infantiles y, desde el año pasado, la covid. La fundación,
dirigida por Polack, escribe ahora una nueva página en la lucha contra la
pandemia.
Tras meses de especulaciones y
multitud de estudios confusos de los que era imposible sacar conclusiones, un
sólido experimento realizado en Argentina muestra los posibles beneficios, como
tratamiento contra la covid, de las transfusiones de plasma sanguíneo de
donantes que han superado la enfermedad. Los autores, encabezados por el propio
Polack, sostienen que “es la primera evidencia en el mundo de un tratamiento
universal, accesible y seguro que puede salvar vidas”.
El ensayo clínico ha incluido a 160
personas mayores de la región de Buenos Aires, todas enfermas de covid y con un
promedio de edad de 77 años. Los autores administraron un cuarto de litro de
plasma sanguíneo de convalecientes a la mitad de los participantes y agua
salina a la otra mitad. Solo nueve de los pacientes tratados con plasma
acabaron necesitando oxígeno, frente a 23 en el otro grupo. Es una reducción
del 60% del riesgo de enfermedad grave. Los resultados se han publicado este
miércoles en la revista especializada The New England Journal of Medicine.
Polack recuerda que las transfusiones
de plasma sanguíneo de supervivientes ya se utilizaron contra la pandemia de
gripe de 1918. “Es la medicina más vieja que hay, tiene más de un siglo, pero
nos ofrece un puente hasta que la verdadera solución de esto —que no es el
plasma, son las vacunas— sea finalmente accesible para todos”, reflexiona. En
la última semana se han diagnosticado cuatro millones de casos de covid, con
76.000 muertes, según los datos de la Organización Mundial de la Salud.
La comunidad científica todavía no ha
encontrado tratamientos específicos eficaces contra la covid, tras un año de
pandemia. Las personas que han superado la enfermedad, sin embargo, conservan
en su sangre las defensas naturales contra el coronavirus: los anticuerpos. La
estrategia de combatir la covid con transfusiones de plasma sanguíneo se ha
intentado desde que aparecieron los primeros casos en la ciudad china de Wuhan,
pero con conclusiones confusas, porque la mayor parte de los estudios
publicados no utilizaron métodos fiables para medir sus resultados. “No se sabe
si el plasma de convaleciente beneficia a las personas ingresadas en el
hospital con covid”, concluyó el 12 de octubre The Cochrane Collaboration, una
organización internacional que evalúa la eficacia de las intervenciones
sanitarias.
Otros estudios anteriores administraron
el plasma sanguíneo demasiado tarde, con la enfermedad ya avanzada, y los
anticuerpos donados no fueron capaces de frenar al virus. En otros ensayos
previos, como uno realizado en EE UU con 35.000 enfermos, los científicos no
incluyeron un grupo de control —sin tratamiento con plasma— para poder comparar
los resultados. La clave del nuevo estudio de Argentina es que administra
plasma con muy altos niveles de anticuerpos y además muy pronto, en los tres
primeros días tras la aparición de los síntomas de la covid.
El médico Fernando Polack propone que
los vacunados también donen su plasma sanguíneo
“Esto es como si quieres que un ladrón
no entre a tu casa. Si el ladrón entra, pasa por el zaguán, se te mete en el
salón, te rompe todo, abre la puerta del patio, se te meten los perros en la
casa, te empiezan a comer los muebles, rompen la instalación eléctrica y se te
empieza a inundar la cocina, pues ya el ladrón es el menor de tus problemas”,
explica Polack. “Y ese es el escenario en el que se usaba normalmente el
plasma. Se agarraba al ladrón cuando el daño ya estaba hecho. Nosotros
apostamos por agarrar al ladrón en el zaguán, en la entrada. Y la que lo agarra
fuera de casa es la vacuna”, añade.
El plasma es la parte líquida de la
sangre e incluye los anticuerpos. Una opción más sofisticada que la transfusión
directa es la elaboración de un preparado industrial con una mayor
concentración de anticuerpos específicos, las inmunoglobulinas hiperinmunes. La
tercera vía, mucho más compleja, es la identificación de anticuerpos muy
potentes para su multiplicación en el laboratorio: los denominados anticuerpos
monoclonales, con un coste de decenas de miles de euros por persona. El equipo
de Polack calcula que su tratamiento cuesta en total unos 186 dólares (151
euros).
“El mayor desafío es tener un banco de
plasma suficiente”, opina el médico argentino, que propone otra fuente de
donaciones al margen de las personas que ya han superado la covid. “Los
vacunados son unos privilegiados. Son personas que acceden a una inmunidad de
hasta un 95% de eficacia. Han recibido algo que la mayoría no hemos recibido.
Un acto solidario por su parte sería proveer plasma para las personas que
puedan enfermar gravemente en el futuro. Un vacunado que dona un día 750
mililitros permite tres tratamientos para tres ancianos”, señala Polack.
“Los resultados parecen confirmar que
el plasma de convaleciente es útil para prevenir la evolución negativa de los
pacientes en riesgo”, opina la médica Cristina Arbona
La médica Lise Estcourt, directora de
la unidad de ensayos clínicos hematológicos del Servicio Nacional de Salud del
Reino Unido, aplaude el nuevo trabajo, “muy alentador”, a su juicio. “Sugiere
que el tratamiento temprano con plasma de convalecientes reduce el riesgo de
sufrir una forma grave de covid. Espero que los resultados de este pequeño
ensayo se confirmen en otros mayores que están en marcha [en España, en los
Países Bajos y en Estados Unidos]”, apunta Estcourt, autora principal de los
análisis de Cochrane sobre esta terapia experimental. Los resultados
preliminares de otro estudio español ya mostraron en septiembre una mejoría del
pronóstico en los enfermos tratados pronto con plasma con altos niveles de
anticuerpos.
Los nuevos resultados son
“alentadores”, coincide la médica Cristina Arbona, directora del Centro de
Transfusión de la Comunitat Valenciana. “Parecen confirmar que el plasma de
convaleciente es útil para prevenir la evolución negativa de los pacientes en
riesgo”, celebra Arbona, también vocal de la junta directiva de la Sociedad
Española de Hematología y Hemoterapia.
“Esta estrategia es interesante por
estar disponible de forma relativamente fácil. Es un hemoderivado obtenido de
convalecientes. Eso puede facilitar la accesibilidad en el Sistema Nacional de
Salud. Los anticuerpos monoclonales podrían tener un coste excesivo”, opina
Jesús Sierra, farmacéutico del Hospital Universitario de Jerez de la Frontera
(Cádiz) que coordina el registro de la Sociedad Española de Farmacia
Hospitalaria (SEFH), una base de datos de 16.000 pacientes para identificar
fármacos asociados a una menor mortalidad por covid. “[Esta estrategia]
Requerirá una buena coordinación con atención primaria, para que los casos
detectados puedan tratarse de forma temprana, en 48 horas”, advierte.
Fuente: El Pais.com