El historiador
Andrew Tallon reconstruyó virtualmente la catedral, creando un mapa a partir de
mil millones de lásers, con un margen de error de 0,5 centímetros gracias a una
nueva fórmula que combina los datos de un escáner y 50 fotos en 360º,
Notre Dame cuenta con una réplica
exacta que se encuentra intacta. Un modelado en tres dimensiones realizado por
Andrew Tallon, un doctor en historia formando en la Sorbona de París que creó
su propio método para mapear catedrales y otros edificios emblemáticos,
llegando incluso a descubrir algunos aspectos singulares sobre el templo que
resultaban desconocidos hasta la fecha.
Tallon, que falleció prematuramente a
los 49 años de edad en Nueva York, se describía a sí mismo como un «obseso» de
Notre-Dame. Una fijación por el templo galo que en su juventud le llevó a
asistir a todas las clases disponibles de arquitectura medieval durante sus
primeros estudios universitarios -que eran sobre música- en Princeton.
Combinando sus conocimientos técnicos
e históricos, Tallon pasó más de cinco días consecutivos trabajando en mapear
los exteriores y el interior de la catedral de Notre Dame desde todos los
ángulos posibles. Para ello, utilizó un escáner láser -que realiza las mediciones-
y una cámara para hacer fotografías esféricas.
El medidor láser de Tallon, tiene un
funcionamiento similar a una cámara: se coloca sobre un trípode, se apunta
hacia la dirección deseada y, al activarse, realiza un barrido sobre la
superficie. El escáner recoge la distancia entre cada punto que ha marcado y el
aparato. De este modo, cada medición se convierte en un punto de color que, que
junto a otros millones, contribuyen a formar una imagen tridimensional de la
catedral. «Si lo has hecho bien, el margen de error es inferior a los 0,5
centímetros», aseguraba Tallon en una entrevista poco antes de morir de cáncer.
Tallon no fue el primero en intentar
mapear una catedral un láser. Los primeros en intentarlo fueron dos
investigadores de Columbia, Peter Allen y Stephen Murray, que emplearon una
técnica similar en la catedral de Beuvais al norte del Francia. Sin embargo,
pese a que consiguieron hacer sus mediciones de forma correcta, no fueron
capaces de trasladar los datos a un modelo tridimensional.
MILES DE MILLONES DE LÁSERS SOBRE UNA
FOTO EN 360 GRADOS
Para superar este escollo, Tallon realizó
fotografías panorámicas con forma de esfera desde cada uno de los 50 puntos en
los que colocó al láser para hacer los barridos. De este modo, ambos aparatos (la
cámara y el escáner) capturaban el mismo espacio en tres dimensiones. Una vez
terminadas las mediciones, Tallon combinaba ambas técnicas de forma que cada
pixel de la foto coincidiese con los puntos de lectura del escáner. En total,
el escáner midió más de mil millones de puntos en la catedral que fueron
trasladados a las fotografías.
El resultado obtenido fue una serie de
imágenes, que combinadas entre sí dieron lugar al modelo tridimensional más
exacto de Notre Dame que jamás se elaborado, que además de a su futura
reconstrucción, contribuyó al campo de la historia del arte con singulares revelaciones.
Tallon demostró gracias a sus mapas
con láser que las columnas y los pasillos de la parte este de la catedral no se
encuentran perfectamente alineados porque los constructores medievales
decidieron construir esa parte del templo aprovechando los cimientos y parte de
la estructura del edificio que antes se encontraba en el lugar de Notre Dame,
en lugar de demolerlos y poner nuevos cimientos.
El atajo de mantener los cimientos,
que Tallon calificaba de «chapuza total», podría haber tenido catastróficas
consecuencias para la estructura del templo ya que, durante su construcción,
los muros construidos sobre los cimientos antiguos se encontraban inclinados hacia
el norte, llegando a provocar un desnivel un algunos puntos de 30 centímetros
respecto a la vertical, y los constructores se vieron obligados a darse un
respiro durante varios años (Tallon barajaba una pausa de varias décadas en
base a un cambio de estilo arquitectónico), hasta que los albañiles medievales
fueron capaces de continuar con la construcción del lado oeste que, pese a sus
deficiencias, ha logrado sobrevivir sin daños estructurales al fuego.
Fuente: El Mundo.es