Así como la
tecnología benigna crece, también el desarrollo de tecnologías criminales
basadas en los principios de Inteligencia Artificial y Machine Learning
comenzarán a surgir, lo que generará un conflicto entre máquinas, las cuales se
adaptarán para superar a sus contrapartes. Esto creará un bando enfocado en la
protección y otro en el ataque y daños a la información empresarial o personal.
La tecnología actual
nace, crece y se desarrolla a velocidades sorprendentes. Cada año son
producidos chips más potentes, dispositivos con mayor capacidad de operación y
almacenamiento, algoritmos más complejos que engloban actividades específicas,
aplicaciones más funcionales y todo un universo de posibilidades. Todo este
panorama resultaría en una época llena de beneficios, de no ser por el
creciente conflicto entre tecnologías que luchan constantemente entre ellas.
Seguramente ha
escuchado premisas en películas y novelas de ciencia ficción en las que
Inteligencias Artificiales han tomado conciencia, generando conflictos contra
el hombre, y que, a pesar del desarrollo y esfuerzo tecnológico, la humanidad
es incapaz de hacer frente ante esta amenaza, sea cual sea, debido al
desarrollo veloz de tecnología. Esta situación los hace confiar en máquinas que
sean capaces de enfrentarse entre ellas.
Suena a cliché, pero
nada más cercano a la realidad. Durante este año, y en menos de seis meses, se
registraron tres ataques que tomaron por sorpresa a usuarios y empresas a nivel
mundial: Wanna Cry, NoPetya y BadRabbit; y tan sólo en el mes de octubre fueron
filtrados 55,488,818[i] registros por distintas actividades delictivas. Poco a
poco, el crecimiento y desarrollo de estas tendencias criminales ha hecho que
las empresas comprendan que es necesario apoyarse de la tecnología para
defenderse de la tecnología.
En la industria de la
seguridad cada día aparecen vulnerabilidades y maneras novedosas de atacar a
individuos y organizaciones usando sus herramientas de trabajo. Es tal la
cantidad de distintos tipos de programación maliciosa que el hombre ha tenido
que redoblar esfuerzos para hacer frente a la mayoría de estas amenazas. Sin
embargo, en un futuro cercano será superado y su capacidad de respuesta será
casi nula debido a la velocidad de propagación y a la complejidad que los
archivos maliciosos demuestran día con día.
¿Cómo hacer frente a
ello? Machine Learning e Inteligencia Artificial son tecnologías que poco a
poco toman mayor presencia en el panorama de la seguridad, una paquetería que
es capaz de aprender y adaptarse de forma natural ante las futuras tendencias,
evolucionando a la par, entendiendo a una velocidad mucho mayor de qué manera
contener actuales y futuros ataques digitales. De acuerdo con una encuesta de
seguridad que realizamos a 300 profesionales de seguridad y TI, un 70% ha
contemplado el uso de Machine Learning para su protección en los últimos 12
meses.
El uso de estas
tecnologías evolutivas ha resultado en la contención de amenazas mucho antes de
que sean ejecutadas; el hecho de que estos programas sean capaces de analizar
el código que compone a cada uno de los archivos que entren a nuestros
dispositivos es una muestra de su capacidad y velocidad de respuesta, lo cual
por el momento nos ha otorgado una etapa de confianza y tranquilidad.
Sin embargo, así como
la tecnología benigna crece, también el desarrollo de tecnologías criminales
basadas en los principios de Inteligencia Artificial y Machine Learning
comenzarán a surgir, lo que generará un conflicto entre máquinas, las cuales se
adaptarán para superar a sus contrapartes. Esto creará un bando enfocado en la
protección y otro en el ataque y daños a la información empresarial o personal.
Este desarrollo de
tecnologías nos convertirá de participantes activos ante las tendencias de
seguridad a observadores pasivos, ya que el nivel de complejidad superará la
capacidad humana, por lo que confiaremos y nos apoyaremos en la capacidad de
procesamiento de máquinas para defendernos de tecnologías similares.
Aunque esto suene a
ciencia ficción, no lo es. Esto ya está ocurriendo. Y debemos tener este
entendimiento de que, así como la tecnología se desarrolla, nuestra confianza
en la misma debe crecer para poder aceptar su cobijo ante un futuro no muy
lejano.
Fuente: Diarioti.com