Estados Unidos ha desmantelado una compleja red de piratas informáticos con origen en Ucrania que logró acceder a datos confidenciales de un centenar de empresas cotizadas, como Caterpillar, Boeing, Oracle y HP. Con el apoyo de operadores bursátiles dispersos por varios países, realizaron después transacciones que le aportaron un beneficio ilícito que asciende a los 100 millones de dólares. En total, hay 32 acusados de participar en esta sofisticada trama financiera.
Los piratas informáticos lograron penetrar
a los sistemas de servicios como Business Wire, Marketwired y PRNewswire, que
se encargan de la distribución de las notas de prensa en las que las corporaciones
detallan sus resultados y diseminan otro tipo de información relevante para los
inversores. La investigación calcula que de esta manera accedieron a 100.000
comunicados antes de publicarse.
“La trama no tiene precedentes”, señaló Mary Jo White, la presidenta de la Securities and Exchange Commission. En rueda de prensa explicó que se usaron técnicas muy avanzadas para robar este tipo de información sensible sin ser detectados. Esos datos eran después transmitidos a una red de cómplices en Rusia, Malta, Chipre, Francia y Estado Unidos, que en pocos minutos compraban acciones y otro tipo de activos vinculados a esas sociedades.
Lograron operar así la red durante cinco
años. Las autoridades estadounidenses procedieron a hacer varios registros en
Nueva York, Pensilvania y Georgia este martes. Cinco individuos fueron
arrestados. Pero la trama es global, de acuerdo con la demanda presentada por
el regulador bursátil ante un tribunal en Newark (Nueva Jersey). Entre los
acusados se encuentran Ivan Turchynov y Oleksandr Ieremenko, identificados como
los cabecillas de la trama.
La investigación determina ahora que estos criminales tuvieron como objetivo más de un centenar de empresas. Durante el tiempo que estuvo operando la trama lograron hacer cerca de 1.000 transacciones. El dinero que se embolsaban con estas operaciones era transferido a paraísos fiscales a través de bancos en Estonia, para ser blanqueado. Las firmas que publican estos comunicados están revisando sus sistemas.
El caso vuelve a poner de relieve que el
cibercrimen es una de las grandes amenazas a las que se enfrentan el sistema
financiero. Los intentos de intrusión en sus sistemas son constantes. A las
autoridades les preocupa la complejidad que están alcanzando este tipo de
asaltos y su tamaño, que les permiten “enmascarar” las intrusiones en los
servidores de datos. La SEC asegura disponer de las herramientas necesarias
para detectar actividades sospechosas.
Fuente: El Pais.com