6 de diciembre de 2014

MULTINACIONALES. Gigantes Tegnológicos de los negocios, pigmeos del pago de impuestos

Google, Amazon, Apple, Facebook... El Ministerio de Hacienda ha abierto inspección a la mayoría de los gigantes tecnológicos que operan a través de filiales en España. Incluso Uber, que con sede en Holanda no ha cumplido aún un año en España, está bajo la lupa. Hasta ahora, como en el resto de los países europeos que tratan de que el mundo digital juegue con las mismas reglas que sus rivales, no hay resultados.
A los gigantes estadounidenses la disparidad de criterios fiscales en la Unión Europea les sorprende, pero sacan un gran provecho de ella. Google, que domina un mercado de la publicidad on line en España superior a los 1.000 millones de euros gracias a su cuota del 97% como agregador de contenidos declaró el año pasado ingresos de 52 millones de euros, con un beneficio neto de 4,05 millones de euros y una factura fiscal de 1,7 millones de euros, similar a la de una pyme. En realidad, el negocio de la filial española fue únicamente cobrar una comisión a Google Irlanda, que se llevó la gran parte del negocio para tributarlo después en Bermudas. La situación, con todo, supuso una notable mejora respecto a ejercicios anteriores cuando el pago de impuestos de una empresa en pérdidas (-74.683 euros) apenas superaba los 30.000 euros, una cifra equivalente a un pequeño comercio.
«Google cumple con la ley fiscal en todos los países donde opera», señala la empresa en un argumento que es global. «Si a los políticos no les parecen bien estas leyes, tienen el poder para cambiarlas. Nuestra tasa impositiva real a nivel global fue del 20,4% en los tres primeros trimestres de 2014, equivalente a 2.600 millones de dólares. La mayor parte lo hemos pagado en Estados Unidos, que es donde tiene su origen nuestro negocio».
El discurso de Diego Piacentini, vicepresidente de Amazon, es similar. La empresa que más productos distribuye en España en internet registró pérdidas el año pasado de 1,5 millones de euros. «Europa es un único mercado. Si dentro del mercado un país ofrece mejores condiciones fiscales, allí vamos. Somos paneuropeos y tenemos nuestra central, una sede real, en Luxemburgo. Si la UE cambia las normas, nosotros cambiaríamos».
Aunque un cambio de normativa como el que impone Londres afectará a multinacionales de todos los sectores, el objetivo parecen las tecnológicas estadounidenses, todas ellas con el mismo esquema fiscal: desde Apple, que en 2011 superó ya a Exxon como empresa más capitalizada del mundo a Uber cuyo valor ha superado 30.000 millones de euros en apenas un año. En general, pocos dudan de que el mundo de los negocios en el futuro sea digital. Ni siquiera su creciente número de rivales directos -desde los medios de comunicación a operadoras, pasando por cadenas de distribución, bancos, hoteleros o taxistas-pueden discutir la ventaja tecnológica. Pero en lo que se refiere a la factura fiscal, Bruselas recibe cada vez más presión para resolver el desequilibrio, legal hasta ahora, de las reglas del juego.
Fuente: El Mundo.es