6 de diciembre de 2014

EMPRESAS. El 64% ha sufrido pérdidas de datos y tiempos de inactividad en 2014

El 64% de los 3.300 responsables de TI de medianas y grandes empresas encuestadas en el estudio Global Data Protection Index, llevado a cabo por Vanson Bourne a instancias de EMC, reconoce haber sufrido pérdidas de datos o paradas de servicio no planificadas durante los últimos doce meses.
En concreto, han registrado de media más de tres días (25 horas) de inactividad imprevista en 2014, perdiendo 1,7 billones de dólares (954.000 millones en caídas y 754.000 millones en pérdidas de datos). A lo que hay que sumar que las interrupciones también repercutieron en la pérdida de ingresos (36%) y en retrasos en el desarrollo de producto (34%).
Junto a estas cifras, Jesús Velasco, responsable de Data Protection and Availability Division y encargado de presentar el estudio ante los medios de comunicación, ha recalcado esta mañana en Madrid que tendencias como Big Data, movilidad y nube híbrida están generando incluso más desafíos a la hora de proteger los datos.
Y es que el 51% de las empresas no cuenta con un plan de recuperación ante desastres para ninguno de estos entornos, y solo el 6% dispone de un plan para los tres. Es más, el 62% de los encuestados considera Big data, movilidad y nube híbrida “entornos difíciles” de proteger, mientras el 71% no confía plenamente en su capacidad para recuperar información tras un incidente.
El estudio también subraya otro de los problemas típicos cuando se trata de proteger los datos: el 65% de las empresas tiene más de un proveedor (tres de media), el 12% no tiene ninguno específico y sólo el 23% cuenta con una única firma. Algo importante si se tiene en cuanta que aquellas que cuentan con tres o más proveedores de protección de datos pierden tres veces más datos que aquellas que cuentan con un solo proveedor.
Vistas las carencias y los problemas, Velasco termina apuntando cinco recomendaciones: asegurarse que existe una solución de protección de datos apropiada para todos los datos críticos, independientemente de dónde estén o cómo se generen; implementar una estrategia de protección de datos integral y mantener el nivel de visibilidad y control para los propietarios de las aplicaciones; evaluar las carencias en la estrategia global que pueden ocasionarse por disponer de soluciones de distintos proveedores; alinear la estrategia de protección con los requerimientos de disponibilidad y protección de los distintos niveles de datos y aplicaciones; y entender quién es el responsable de la protección de datos, especialmente en la nube.
Fuente: Silicon Week.es