La
detención en Canadá de la directora financiera de Huawei a petición de EE. UU.
es el último episodio de los continuos temores a que el gigante tecnológico
chino suponga un peligro para la seguridad. La posibilidad de que el país
asiático instale puertas traseras en los equipos es una de las mayores
preocupaciones
La
detención en Canadá hace unos días de la directora financiera de Huawei e hija
de su fundador, Meng Wanzhou, aumenta aún más las tensiones entre Estados
Unidos y China. Su arresto está vinculado a una solicitud de extradición de
Estados Unidos. El pasado viernes, al tribunal canadiense se le explicó que
esta solicitud estaba relacionada con el supuesto uso por parte de Huawei de
Skycom Tech, una compañía que trabajaba con las empresas de telecomunicaciones
iraníes, para vender equipos a Irán entre 2009 y 2014, violando las sanciones
impuestas por parte de EE. UU. a este país. China sostiene que su detención es
una violación de los derechos humanos y está exigiendo su rápida liberación.
Detrás de
este drama público, hay otro entre bambalinas que viene de largo y está
centrado en los temores de las agencias de inteligencia occidentales que indican
que Huawei plantea una amenaza importante para la seguridad mundial. Entre las
mayores preocupaciones que asustan se encuentran las siguientes:
Podría haber "interruptores de la muerte"
en los equipos Huawei...
Esta
empresa china es el mayor fabricante del mundo de productos como estaciones
base y antenas que los operadores móviles utilizan para las redes inalámbricas.
Y esas redes llevan datos que se usan para ayudar a controlar las redes
eléctricas, los mercados financieros, los sistemas de transporte y otras partes
de la infraestructura vital de este país. El temor es que los servicios
militares y de inteligencia de China puedan insertar puertas traseras de
software o hardware en los aparatos de Huawei que se podrían utilizar para
degradar o deshabilitar las redes inalámbricas extranjeras en caso de una
crisis. Esto ha llevado a movimientos por parte de Estados Unidos para bloquear
el uso de equipos chinos.
... que no logran detectar ni las inspecciones más
exhaustivas
Desde 2010,
Reino Unido ha estado gestionando un centro especial, cuyo personal incluye a
miembros de su agencia de inteligencia GCHQ, para analizar el equipo de Huawei
antes de su despliegue. Pero a principios de este año, alertó de que tenía
"solo una garantía limitada" de que los equipos de la compañía no
representaran una amenaza para la seguridad. Según algunos comunicados de
prensa, el centro descubrió que parte del código de Huawei en las redes reales
se comportaba de manera diferente a como lo hacía cuando lo testaban, además de
que algunos de sus proveedores de software no estaban sujetos a controles rigurosos.
Las puertas traseras se pueden utilizar para la
búsqueda de datos
Huawei
afirma que sus equipos conectan a más de un tercio de la población mundial.
También gestiona grandes cantidades de datos para las empresas. Es por eso que
en los círculos de inteligencia occidental existe el temor de que las puertas
traseras puedan usarse para acceder a información confidencial utilizando los
equipos de esta empresa. Sería difícil hacerlo sin ser detectados, pero no
imposible. Huawei no solo fabrica equipos, también puede conectarse a de forma
inalámbrica para recibir las actualizaciones y los parches para corregir
errores. Existe la preocupación de que esta conectividad remota pueda ser
explotada por los ciberespías chinos.
Esta
compañía también está entre los mayores fabricantes del mundo de smartphones y
de otros dispositivos de consumo, y también por eso aumenta la posibilidad de
que China pudiera aprovecharse de estos productos para el espionaje. En mayo,
el Departamento de Defensa de EE. UU. ordenó a las tiendas minoristas en las
bases militares estadounidenses que dejaran de vender teléfonos de Huawei y
ZTE, otro gran gigante tecnológico chino, debido al temor de que pudieran ser
atacados para revelar la ubicación y los movimientos del personal militar.
El despliegue de las redes inalámbricas 5G lo
empeorará todo
Las
compañías de telecomunicaciones de todo el mundo están a punto de lanzar la
próxima generación de redes inalámbricas para móviles, conocida como 5G. Además
de acelerar las transferencias de datos, las redes 5G permitirán que los coches
autónomos hablen entre sí y con los semáforos inteligentes. También conectarán
y controlarán una gran cantidad de robots en las fábricas y en otros lugares. Y
el ejército también las usará para todo tipo de aplicaciones. Todo esto
aumentará drásticamente la cantidad de dispositivos conectados, y el caos que
se produciría si las redes que los soportan son atacadas. También aumentará la
cantidad de datos corporativos y de otro tipo que los ciberdelincuentes podrían
atacar. Tanto Australia como Nueva Zelanda han prohibido recientemente el uso
de los equipos de Huawei en la nueva infraestructura inalámbrica 5G. Esta
semana, el BT de Reino Unido siguió su ejemplo.
Las compañías chinas venderán tecnología a los
países desafiando el embargo comercial de Estados Unidos
Estados
Unidos ha investigado las afirmaciones de que Huawei envió productos con
componentes tecnológicos estadounidenses a Irán y a otros países bajo al
embargo de Estados Unidos. En una audiencia judicial, un abogado del Gobierno
canadiense dijo que la señora Meng fue acusada de convencer a los banqueros
estadounidenses de que no había conexión entre Skycom y Huawei, cuando en realidad
sí que existía esa conexión. El presunto fraude provocó que los bancos
realizaran transacciones que violaban las sanciones estadounidenses contra
Irán. Los funcionarios chinos han afirmado en repetidas ocasiones que no
consideran que las compañías chinas estén sujetas a los dictados comerciales de
otras naciones.
Huawei no se libra tanto como afirma de la
influencia del Gobierno chino
Huawei ha
destacado repetidamente que es una empresa privada cuyos propietarios son sus
empleados. La conclusión es que no quiere que los clientes pierdan la confianza
en la integridad de sus productos. Por otro lado, sus estructuras de gobernanza
aún son un misterio, y su fundador, Ren Zhengfei, que antes era oficial en el
Ejército Popular de Liberación de China, mantiene un perfil bajo. Estas
cuestiones "hacen preguntarte cuánta independencia tiene realmente",
explica el experto en ciberseguridad del Consejo de Relaciones Exteriores de
Nueva York (EE.UU.) Adam Segal.
En su
defensa, Huawei puede subrayar el hecho de que ningún investigador de seguridad
ha encontrado puertas traseras en sus productos. "Existe toda esta
preocupación, pero nunca ha habido una prueba fehaciente", afirma el
experto del Grupo Eurasia, Paul Triolo. Aunque eso sea cierto, no cambiará la
opinión de EE. UU., que está intensificando sus esfuerzos para persuadir a sus
aliados con el fin de mantener a Huawei fuera de todas sus redes.
Fuente: MIT
Technology Review