Xiaomi con
el Pocophone sigue un planteamiento sencillo y práctico a la vez pues prescinde
de funciones que aportan valor añadido al teléfono y se centra en los elementos
básicos que busca el cliente: batería, potencia, experiencia de usuario,
cámaras y precio..
El
Pocophone F1 (desde 339 euros) monta el procesador más avanzado de Qualcomm, el
Snapdragon 845, y una memoria RAM de 8 GB, con lo que su potencia interna está
a la altura del Samsung Galaxy Note 9, Pixel 3, LG V40, Huawei Mate 20 Pro o
OnePlus 6T, los topes de gama Android de este año.
Este 'corazón'
no sólo hace que el terminal se mueva con fluidez y que la experiencia de
usuario sea una de las mejores que se pueden tener dentro de la oferta de
Xiaomi, sino que permite ejecutar aplicaciones exigentes sin sufrir, así como
recuperar apps o juegos que habíamos dejado abiertos después de un tiempo.
Precisamente,
para que el procesador trabaje a pleno rendimiento durante más tiempo, el F1
incorpora refrigeración líquida, un avance más habitual para smartphones
gaming. Con este método disipador de calor, el smartphone es capaz de mantener
la estabilidad y la alta frecuencia de rendimiento durante más tiempo.
Más allá
del procesador y la memoria, para hacer más ligero el uso del terminal, Xiaomi
ha rediseñado su sistema operativo con MIUI para POCO. Una adaptación de Android
más fluida que se traduce en una mayor rapidez a la habitual a la hora de relacionarse
con la interfaz y las aplicaciones. Entre las ventajas del nuevo software está
la incorporación de App Drawer, una fórmula en la que las aplicaciones se
categorizan en el menú y se pueden encontrar más fácilmente.
Atrae por potencia y precio, conquista por la
cámara y la batería
Aunque el
tándem de potencia a bajo precio es el principal atractivo del Pocophone F1, la
batería y su cámara fotográfica terminan de conquistar al usuario reafirmando
así la decisión de compra.
Incorpora
una gran batería de 4.000 mAh que se traduce en una autonomía de algo más de
dos días utilizando a diario y dándole buen uso al terminal. Incorpora además
carga rápida Quick Charge 3.0, no es la más avanzada del mercado, pero brilla
entre las mejores.
Por su
parte, en el apartado fotográfico apuesta por una doble cámara trasera de 12 y
5 megapíxeles y una frontal de 20 megapíxeles. En ambos casos incorpora el
tratamiento de la imagen a través de inteligencia artificial (IA) lo que
permite mejorar la luminosidad, la calidad de las imágenes así como la
velocidad de uso.
Tanto en la
cámara trasera como en la delantera permite tomar imágenes con desenfoque.
Mientras que la cámara principal lo realiza con ambos objetivos, en la frontal
lo hace gracias a la IA, aunque la fotografía resultante es muy precisa.
Xiaomi
explica que su software es capaz de reconocer hasta 206 tipos de escenas
diferentes y adaptar la exposición, velocidad, saturación y otros ajustes, todo
para que la imagen sea de la mayor calidad posible.
Lo cierto es
que en el uso, respuesta y resultados de la cámara, el usuario olvidará que
tiene entre manos un smartphone de 300 euros ya que su rendimiento está mucho
más alto que los móviles de la misma categoría de precio.
Sombras: diseño, ausencia de NFC y gestión de
notificaciones
El
Pocophone F1 no es perfecto, tiene ciertas sombras, aunque si se ponen en
perspectiva con su precio son más que comprensibles.
La primera carencia evidente es su diseño. Es más grueso que los de su categoría o la gama alta que dispone de la
misma capacidad de bateria así como puesta por una terminación de plástico
frente al cristal o metal de otros modelos.
Pese a que
su pantalla de 6,18 pulgadas rinde de forma notable y pese a ser LCD permite
ver contenido con comodidad incluso en el exterior con mucha luz gracias a sus
500 nits, el espacio que queda en la parte superior entre los bordes y el notch
no es suficiente. Esto hace que la gestión de las notificaciones no sea todo lo
cómodo que debería ya que el icono de aviso de las apps quedan ocultas en un
primer vistazo. Así, será necesario deslizar hacia abajo para ver las notificaciones
pendientes.
Otra de las ausencias del Pocophone es su carencia
de tecnología NFC, la que permite entre otras cosas, usar el móvil
para pagar en comercios o permitir realizar determinadas acciones. De este
modo, si esto es crucial para su día a día, debe tenerlo en cuenta antes de
comprarlo.
Frente a
estas ausencias, el Pocophone sí incorpora dos tecnologías que van quedando en
el olvido tanto en la gama alta y la gama media: soporte para tarjetas microSD
así como salida de auriculares.
El rey de la calidad-precio
En suma,
Xiaomi ha conseguido con el Pocophone un auténtico órdago al mercado de la
telefonía móvil. Es capaz de -salvo por su diseño- dar al usuario una
experiencia premium en un teléfono que en su configuración más alta no llega a
los 400 euros.
El
Pocophone F1 es el rey imbatible en la calidad y precio, superando así al
bueno, bonito y barato Mi A2 de Xiaomi. Nadie ofrece tanto por tan poco.
Fuente: El
Economista.es