Un tratamiento de
dosis única mediante CRISPR ha reparado las células de músculos y corazones de
forma generalizada en un grupo de cachorros. El avance supone un paso
importante en la búsqueda de una estrategia que pueda librar a las personas de
esta enfermedad mortal
Un grupo de perros
que padecen distrofia muscular se ha sometido a edición genética de sus genomas
mediante CRISPR, y los resultados son "alucinantes". Así los describe
un equipo de investigación de la Universidad de Texas (EE. UU.), que acaba de
publicar los datos que muestran como esta nueva herramienta de edición genética
podría revertir el defecto molecular responsable de la dolencia. Esta
devastadora enfermedad afecta a aproximadamente uno de cada 5.000 niños.
La investigación,
dirigida por el científico del Centro Médico Southwestern Eric Olson, se
encuentra entre los primeros intentos de usar CRISPR para curar enfermedades en
un animal grande y doméstico.
Si el tratamiento
logra detener la distrofia muscular en perros, podría sentar las bases para un
tratamiento experimental dirigido a niños, según el equipo de investigación.
Las compañías de
biotecnología están trabajando para usar CRISPR contra trastornos de la sangre
humana como la beta talasemia, así como las enfermedades hepáticas y las causas
genéticas de la ceguera (ver 2018: el año en que CRISPR puede llegar a alguien
que usted conoce).
Pero la distrofia
muscular podría validar la prueba más importante de CRISPR hasta el momento, y
quizás el mayor resultado, porque la enfermedad es relativamente común e
invariablemente mortal, y no existe un tratamiento para detenerla.
Olson llevaba tiempo
viendo en CRISPR una posible "cura" para la enfermedad. Esta semana,
su equipo ha comenzado a enseñar una vista preliminar de sus resultados más recientes.
La semana pasada, durante una conferencia en el Instituto Nacional de la Salud
de EE. UU., la investigadora Leonela Amoasii informó de cómo el equipo había
infundido CRISPR en el torrente sanguíneo de los cachorros de un mes de edad
criados para padecer la enfermedad. Según la portavoz, CRISPR reparó las
células de sus músculos y corazones de forma generalizada.
Mientras mostraba
imágenes de las células reparadas, Amoassi detalló: "Notamos una
subsanación extensa". Y calificó esta mejora, que era claramente visible,
como algo "impresionante". "En principio, este tratamiento es de
una única dosis", añadió.
La iniciativa está
financiada por Exonics, una compañía de biotecnología creada en 2017 por el
grupo de defensa del paciente CureDuchenne, que ya ha recaudado más de 34
millones de euros.
El laboratorio de
Olson ya había conseguido revertir la distrofia muscular en ratones. Lograr en
mismo resultado en perros es un paso importante porque un tratamiento capaz de
curar perros tiene muchas posibilidades de resultar efectivo en humanos.
Los experimentos en
perros conllevan un riesgo de imagen pública. En 2016, el grupo de defensa de
los derechos de los animales PETA comenzó una campaña contra otro laboratorio
de Texas que trabaja en la distrofia muscular en perros, y también persigue la
edición genética.
La portavoz del PETA,
Tasgola Bruner, sostiene que el grupo está a favor del CRISPR, pero no quiere
que la tecnología se pruebe en animales.
La distrofia muscular
de Duchenne la causan los errores de ortografía del ADN en un gen responsable
de producir una proteína llamada distrofina. Esta proteína gigante actúa como
un amortiguador en las células musculares. Sin suficiente distrofina, los niños
pierden la capacidad de caminar y finalmente mueren por insuficiencia cardíaca.
Los científicos
llevan mucho tiempo estudiando si el ADN defectuoso se podría reemplazar
mediante la terapia génica, que implica el uso de virus para introducir una
copia sana del gen a las células. El problema consiste en el gran tamaño del
gen de la distrofina. Se trata de uno de los más largos en el genoma humano,
demasiado grande para incorporarlo dentro de un virus.
Varios estudios
intentan determinar si una "mini" versión acortada del gen podría
servir. Compañías como SolidBio, Sarepta Therapeutics y Pfizer están
investigando terapias de prueba basadas en estos genes acortados que avanzaron
en voluntarios humanos a finales del año pasado.
Con CRISPR, en vez de
añadir un gen como sustituto, la estrategia implica el uso de un virus para
introducir la herramienta de edición al cuerpo humano, y así reparar el
problema genético.
Restaurar la función
del propio gen de una persona podría ser una ventaja, aunque el desafío de la
edición genética es que hay más de 3.000 mutaciones diferentes capaces de
causar distrofia muscular. Por lo tanto, se necesitaría más de un tratamiento
CRISPR para arreglarlas todas.
Los equipos en
Exonics y en Texas han empezado a trabajar sobre una región del gen, llamada
exón 51, donde una reparación podría ayudar a alrededor del 13% de los
pacientes. La compañía también estudia posibles efectos secundarios, como las
respuestas inmunitarias.
En esta nueva
investigación, según afirmó Amoasii, CRISPR fue probado en perros de mezcla
entre la raza Beagle y los Cavalier King Charles Spaniel. Aunque no detalló si
los animales recuperaron su fuerza o la capacidad para correr y jugar.
Fuente: MIT
technology Review