El Real Madrid, gracias al acuerdo firmado con Microsoft, es uno de
los primeros clubes que ha dado el paso de incorporar los más modernos sistemas
de análisis para monitorizar el estado de la primera plantilla.
A través de
distintos sensores que los jugadores llevan durante los entrenamientos, se recogen
datos de sus movimientos, velocidad, esfuerzo realizado, fatiga acumulada,
etcétera. Estos datos son analizados y puestos al servicio del cuerpo técnico
para que puedan decidir qué jugadores están en el momento óptimo de forma.
Eso
sí, la decisión final de quién juega la tendrá siempre el entrenador, el único
capaz de medir variables que la tecnología no observa. Porque, recurriendo de
nuevo a Shankly, el secreto del fútbol es jugar “como si nunca pudieses cometer
un error”, pero no sorprenderte “cuando lo hagas”.
Fuente: El Pais.com