DE LA COMPETENCIA ENTRE FACCIONES DE EXTREMA DERECHA POR LA HEGEMONÍA EN EUROPA
- Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ERC Group).- Lo forman partidos como Ley y Justicia (Polonia), Reconquista (Francia), Hermanos de Italia (Italia) y Vox (España). El llamado ERC Group es uno los grupos políticos que conforman el Parlamento Europeo, y fue creado en 2009. Su ideología es conservadora, euroescéptica y antifederalista. Está a favor del libre mercado, y se define como anticomunista y de derechas, siendo considerado en ocasiones, como grupo político de extrema derecha.
- Grupo Identidad y Democracia (ID).- Lo componen formaciones como Lega per Salvini Premier (Italia), Agrupación Nacional (Francia), Partido de la Libertad (Países Bajos), Vlaams Belang (Bélgica) y Alternativa para Alemania (Alemania). El grupo Identidad y Democracia (ID), fue creado en 2019 y con toda seguridad, seguirá formando parte del Parlamento Europeo. Se considera como un grupo de derecha o extrema derecha, y su ideología está basada en el euroescepticismo, el populismo de derecha, el nacionalismo y el rechazo a la inmigración.
Ambos grupos son euroescépticos, pero con puntos
de partida diferente. ECR, que es donde se engloba Vox, nació en 2009 de la
escisión de los tories británicos del Partido Popular Europeo (PPE). En ECR son partidarios de reducir al máximo
la cesión de competencias a la UE.
Destruir la UE desde dentro, romper los puentes y
salir del club es la apuesta histórica de la mayoría de grupos que forman parte
de ID. Esa ha sido la posición del Partido de la Libertad (PVV) de Geert
Wilders en Holanda; de Salvini o de Le Pen, aunque todos ellos han ido dando un
viraje hacia la practicidad en los últimos años en buena medida para atraer a
una parte del electorado que, siendo crítico con la UE, no concibe estar fuera
del club. Es ahí donde emerge la posibilidad de que haya una reconfiguración y
que esas fuerzas acaben convergiendo en un mismo grupo. La idea cobra más
fuerza desde el momento en que Le Pen ha roto con AfD tras años yendo de la
mano.
El colaboracionismo entre los partidos ha sido
habitual, pese a no formar parte del mismo grupo como tal. Le Pen, por ejemplo,
es una de las habituales en los actos internacionales de Vox.
Todos esos partidos son fuerzas ultranacionalistas
y eso les lleva a tener posicionamientos irreconciliables entre sí o paradojas
como la sintonía de Vox con Le Pen, que tiene entre sus propuestas el torpedeo
a la llegada de productos agrícolas de España a Francia. Ninguno de esos dos
grupos ha designado un Spitzenkandidat, es decir, un candidato global para
defender la posición en la campaña.
Porcentaje de voto a partidos de extrema
derecha por cada país europeo en las elecciones europeas de 2019
DEL AVANCE DE LA EXTREMA DERECHA EN EUROPA.
La amenaza del crecimiento de la extrema derecha es
real y el hecho de que se produzca de manera lenta, pero inexorable, no debería
hacerla menos preocupante.
Gráfico del avance de la extrema derecha en el Parlamento Europeo
Evolución porcentajes eurodiputados en elecciones europeas por partido y agrupados en ideologías.
Lo cierto es que la progresión de la derecha
radical a nivel europeo ha sido evidente en estas últimas décadas. Mientras que
los eurodiputados de grupos euroescépticos y de extrema derecha representaban
solo el 8,7% de todo el hemiciclo hace 20 años, esta cifra aumentó
constantemente después de las elecciones de 2009 (11,8%), 2014 (15,7%) y 2019
(18%). Y ahora, según la proyección de Ipsos, este año podrían representar por
primera vez más de una quinta parte de los diputados al Parlamento Europeo
(21,8%).
Los dos grandes perdedores de este ascenso de la
ultraderecha serían los grupos PPE (demócratas cristianos y conservadores) y
S&D (socialdemócratas). El primero, que representaba el 36,6% de los
diputados al Parlamento Europeo en 2004, se espera que solo represente el 24,6%
después de las elecciones de junio. En cuanto a los socialdemócratas, pasarían
del 27,3% al 18,9% de los escaños en el mismo periodo.
PRESENTE Y FUTURO DEL PARLAMENTO EUROPEO
La composición numérica del Parlamento Europeo ha
cambiado significativamente entre las elecciones de junio de 2019 y la
actualidad. La cantidad de eurodiputados ha disminuido debido a la salida de
los británicos tras el Brexit, lo que redujo el número de escaños de 751 a 705.
En junio de 2023 se llevó a cabo una redistribución y la consecuencia es que el
próximo junio elegiremos a 720 eurodiputados.
127 escaños de un parlamento de 705
Al mismo tiempo, se produjo una modificación de los
pesos de los diferentes grupos políticos presentes en el Parlamento: el grupo
de la derecha radical, Identidad y Democracia (ID), sufrió bajas como
consecuencia del traslado de algunos diputados de la Liga y de Agrupación
Nacional a Hermanos de Italia y Reconquista, respectivamente, así como al
cambio de grupo del Partido de los Finlandeses, que se unió al grupo de los
Conservadores y Reformistas Europeos (ECR). Por su parte, el Grupo S&D
sufrió sus correspondientes bajas principalmente como resultado de la retirada
de los eurodiputados laboristas británicos y la suspensión del SMER eslovaco.
En estos momentos, los dos grupos parlamentarios
que agrupan a los partidos de esta ideología radical de derecha cuentan con 127
escaños en un Parlamento conformado por 705 asientos: el 18% que se distribuye
entre Identidad y Democracia (ID) y Conservadores y Reformistas Europeos (ECR).
Hasta la reciente expulsión de Alternativa por
Alemania (AfD) tras las declaraciones de su candidato sobre las SS, el grupo
Identidad y Democracia estaba integrado por ocho partidos de ocho países
diferentes y contaba con 59 escaños. Los partidos que lo componen ahora son:
Liga (Italia), Agrupación Nacional (Francia), Partido de la Libertad (Austria),
Vlaams Belang (Bélgica), Partido Popular Conservador (Estonia), Partido Popular
Danés (Dinamarca) y Libertad y Democracia Directa (República Checa).
A su vez, el grupo de los Conservadores y
Reformistas Europeos (ECR) está conformado por 19 partidos de 17 países
diferentes y actualmente cuenta con 68 diputados en el Parlamento Europeo. Los
partidos que lo integran son: Alianza Alemana (Alemania), Nueva Alianza
Flamenca (Bélgica), el Partido Nacional Campesino Demócrata Cristiano
(Rumanía), el Movimiento Nacional Búlgaro (Bulgaria), el Partido Conservador
Croata (Croacia), Libertad y Solidaridad (Eslovaquia), Vox (España), Partido de
los Finlandeses (Finlandia), Solución Griega (Grecia), Hermanos de Italia
(Italia), Alianza Nacional (Letonia), Acción Electoral de Polacos en Lituania
(Lituania), Foro para la Democracia (Países Bajos), Ley y Justicia (Polonia),
Partido Democrático Cívico (República Checa) y los Demócratas de Suecia.
Ahora, la extrema derecha ganaría terreno y las dos
familias ultraconservadoras existentes actualmente sumarían por primera vez una
quinta parte de la representación en el Parlamento Europeo en los comicios del
próximo junio y, sumando sus respectivos escaños, se situarían como segunda
fuerza tras el Partido Popular Europeo (PPE). En un Parlamento que pasa de 705
a 720 escaños, la extrema derecha se haría con 157 asientos: el 21,8% del total
y, por tanto, casi tres puntos más que lo logrado en los comicios de 2019.
En todo caso, un crecimiento insuficiente para
conformar posibles mayorías. Según el sondeo de Ipsos, solo una coalición entre
conservadores, socialdemócratas y liberales podría conformar una mayoría
estable, si bien es cierto que se podrían encontrar mayorías ad hoc
alternativas para la aprobación de algunas leyes. Esto es importante porque
aunque las instituciones europeas no funcionan igual que los parlamentos
nacionales de cada país, para configurar un gobierno sí existen ciertos
paralelismos como el hecho de que la mayoría resultante tendrá que elegir al
sucesor o sucesora de Ursula von der Leyen al frente de la Comisión Europea. No
obstante, la estimación llevada a cabo por Ipsos está sujeta a una serie de
factores que aún no se pueden anticipar como, por ejemplo, la actitud de los
diputados del grupo de los no inscritos o los cambios de grupo de algunos
diputados que puedan producirse después de las elecciones.
A la cabeza en términos de escaños en el Parlamento
se encontraría el Partido Popular Europeo que también ocuparía el primer lugar
en el mayor número de países de la Unión Europea: 12 de 27, incluidos países
grandes como Alemania, España o Polonia. Por su parte, los socialdemócratas
quedarían en segundo lugar en términos de eurodiputados, siendo primera fuerza
política en solo cuatro países: Suecia, Dinamarca, Lituania y Malta. Los grupos
de Renovación e Izquierda solo quedarían en primer lugar en un país cada uno
(República Checa e Irlanda, respectivamente), y el grupo de los Verdes/ALE en
ninguno.
En todo caso, la magnitud del aumento de los
partidos de extrema derecha no es similar en todos los países de la Unión, sino
que varía mucho de un país a otro. Es importante tener en cuenta que los
partidos de extrema derecha no son todos iguales ni en todos los casos
defienden las mismas cuestiones. Sobre todo porque provienen de culturas
políticas distintas y tradiciones diferentes. De hecho, como alguna vez ha
señalado el investigador del Real Instituto Elcano, Ignacio Molina, en los
países en los que los partidos de izquierda no existen o son muy débiles y, por
tanto, la competición electoral es menor, existen mayores posibilidades de que
la derecha populista llegue al poder (Hungría y Polonia serían ejemplos de este
hecho). En estos países, la oposición a la extrema derecha proviene de partidos
de centroderecha.
Así, los partidos de extrema derecha serían primera fuerza política en seis países: por un lado, en Francia, Países Bajos, Bélgica, y Austria (en los que sería primer partido alguno de los integrados en el grupo Identidad y Democracia) y, por otro lado, en Italia y Letonia (con partidos que se integran en el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos).
DEL VOTANTE DE EXTREMA DERECHA
Es cierto, por tanto, que se está produciendo un lento, pero continuo avance de las fuerzas política de extrema derecha en el conjunto de Europa y esto se va a reflejar en la composición del próximo Parlamento Europeo.
No obstante, sigue siendo minoritario el porcentaje de
ciudadanos de la Unión Europea que apoyan a este tipo de formaciones políticas.
¿Tienen estas un perfil diferente de las personas que optan por otros partidos
políticos de ideología diferente? El estudio de Ipsos nos da una oportunidad de
comparar las características sociodemográficas y de opinión con respecto a una
serie de cuestiones políticas referidas al funcionamiento de la Unión Europea
de ambos tipos de votantes: los de partidos de extrema de derecha (a partir de
aquí VPED) y los del resto de partidos de otra ideología diferente (VOP).
En primer lugar, hay que señalar que el peso de los
electores de partidos de extrema derecha no es el mismo en todos los Estados.
Teniendo en cuenta la intención de voto a estos partidos, hay ocho países que
se sitúan por encima de la media europea (que es del 16,9%): Francia (33,1%),
Austria (27%), Italia (23,6%), Países Bajos (23,4%), República Checa (22,7%),
Bélgica (21,5%) y Polonia (18,7%). En el resto, la media es inferior, y ocupa
los últimos puestos (por debajo del 10% de intención directa de voto): España,
Eslovaquia, Dinamarca y Hungría.
Gráfico del votante de extrema derecha en Europa
Porcentaje de voto por grupo demográfico, votantes de la extrema derecha.
Por otro lado, los VPED tienen un perfil claramente
más masculinizado: la mayoría de sus votantes son hombres (57%) al contrario
que sucede entre los VOP entre quienes hay un mayor equilibrio, pero con
predominio de las mujeres (53%). Es decir, entre los VPED hay 10 puntos más de
hombres que entre los VOP.
En cuanto a la edad, no existen grandes diferencias
entre la composición de ambos grupos, aunque cabe reseñar que hay mayor
propensión a votar a partidos de extrema derecha entre quienes se sitúan en los
grupos de edad intermedios (de los 30 a los 64 años) que entre los más jóvenes
o los más mayores.
Y aunque tampoco se perciben diferencias
significativas en función de la ocupación laboral, sí hay cierta mayor
propensión a votar por estos partidos de extrema derecha entre los trabajadores
de “cuello azul” que entre los de “cuello blanco”, en especial entre quienes
cabe ubicar dentro de la categoría de la working class.
Críticos con la UE y sus instituciones
Los VPED son claramente más críticos con la Unión
Europea y sus instituciones. Aunque prevalecen quienes piensan que la
pertenencia de sus países a la UE es algo más positivo que negativo (39% frente
a 30%), la diferencia con respecto a los VOP es muy elevada (66% frente a 11%).
Además, la mayoría de los VPED (53%) comparte una opinión negativa del trabajo
desarrollado por la Comisión Europea que actualmente lidera Ursula Von der
Leyen.
Opinión de los votantes de la extrema derecha respecto cuestiones referidas a la Unión Europea
Porcentaje de votantes según sus respuestas a las siguientes preguntas votantes de la extrema derecha y de otras opciones políticas.
Y aunque hay coincidencia entre ambos grupos de
electores en dos de las tres prioridades que debería tener la Unión Europea en
materia política de cara a los próximos años, el área en el que se diferencian
no es menor ni poco significativa. Ambos coinciden en señalar como prioridades
la lucha contra el incremento de los precios y el apoyo al crecimiento europeo.
Pero para los VPED, la principal prioridad europea debería ser la inmigración,
un tema que los VOP sitúan en sexta posición.
Ni la agricultura ni la guerra de Ucrania
Para los VEPD, el impacto que ha tenido la Unión
Europea en seis cuestiones planteadas en el sondeo ha sido más negativo que
positivo. Sobre todo en lo referente a la política migratoria. En este tema, el
saldo entre quienes creen que la UE ha tenido un impacto positivo y quienes
piensan que ha sido negativo es de -59 puntos.
Pero el balance también es negativo en lo que se
refiere al impacto en la protección de la agricultura europea y la autonomía de
la UE en materia alimentaria (-46, y aquí es el único punto en el que coinciden
con los VOP). Hay que recordar que durante el mes de febrero se produjeron una
serie de protestas de agricultores y tractoristas europeos que protestaban por
lo que consideraban un exceso de burocracia y prácticas comerciales desleales,
y por el aumento de las medidas medioambientales. De hecho, los VPED también
evalúan negativamente el impacto de la UE con respecto a la protección
medioambiental (-16). Y tres de cada cuatro (75%) piensan que en los próximos
años la UE debería dar prioridad a mejorar el poder adquisitivo de los
ciudadanos europeos, incluso si esto supone retrasar las medidas para luchar
contra el cambio climático. Porque este electorado también cree que el impacto
de la UE sobre el crecimiento económico también ha sido negativo (-16 de
saldo). De este balance negativo no se libra tampoco ni la guerra de Ucrania
(-14) ni la lucha contra el COVID (-12).
Por el contrario, y con la señalada excepción del
asunto referido la agricultura europea (-19), entre los VOP el saldo es
positivo en todas estas cuestiones, es decir, son más quienes creen que el
impacto de la UE ha sido más positivo que negativo.
¿Cuál sería la mejor forma de afrontar estos
riesgos de la UE? Los VPED lo tienen claro: reforzando el poder de decisión de
cada uno de los Estados miembros frente a la UE. Más poder para los Estados
frente al poder supranacional. Aunque está menos extendida, esta es la solución
que prevalece también entre los VOP (41%) y viene a coincidir con algunos
analistas que hablan del fin de la globalización y una vuelta a los términos
del Estado nación con la búsqueda de mayores beneficios para sus ciudadanos.
Contrarios a la ampliación
Estos datos encajarían con la oposición que
manifiesta la mayoría de los VPED a la admisión de nuevos países en la UE. De
los seis propuestos en el sondeo, el mayor rechazo lo obtiene Turquía (65%)
seguido de Albania (55%), Ucrania (51%), Georgia (50%), Serbia (48%) y Bosnia
(47%).
En el caso de los VOP, las opiniones entre los
favorables y los detractores a ampliar la UE con cada país están mucho más
igualadas. Solo se percibe un apoyo más claro a la incorporación de Ucrania
(46% a favor) y un rechazo mayoritario a la entrada de Turquía (51%).
Mala imagen de los líderes
Los VPED tienen una opinión más negativa que
positiva de cinco de los ocho presidentes sobre los que se les ha preguntado en
el sondeo. El que cuenta con peor imagen es Vladímir Putin: el 73% tiene una
opinión negativa de él (frente a un 11% que la tiene positiva). Le sigue el
presidente francés, Emmanuel Macron (48/30); el alemán, Olaf Scholz (38/23); y
el húngaro, Viktor Orbán (35/29).
Hay tres presidentes que dividen la opinión de
estos electores. Son el presidente ucraniano, Volodímir Zelensko (40/41); el
polaco, Donald Tusk (26/23); y el español, Pedro Sánchez (20/19), si bien estos
dos últimos son desconocidos para la amplia mayoría de los ciudadanos europeos.
Solo la presidenta del Consejo de ministros de Italia, Giorgia Meloni, obtiene
un saldo positivo entre los VPED: 41/14 (+27 puntos).
En conclusión, la amenaza del crecimiento de la
extrema derecha en Europa es real y el hecho de que este no se produzca de
manera abrupta, sino lenta, pero inexorable, no debería ser un hecho menos
preocupante. Al contrario, si el paso del tiempo no hace disminuir sus apoyos
sino que la clara tendencia es a aumentarlos, significa que las cuestiones de
raíz que alientan su voto por parte de una porción cada vez más grande de la
ciudadanía europea siguen sin ser resueltas por el resto de los partidos de corte
democrático. Y las nuevas tensiones geopolíticas parecen estar configurando un
escenario político en el que las tesis y los mensajes nativistas y
proteccionistas pueden ganar aún mayor protagonismo. Y con ellos, las opciones
políticas de extrema derecha.
Fuente: El Diario.es