A la vez que Ferrovial alteraba obras multimillonarias, un expresidente y un exsubdirector del extinto Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) han dirigido la Fundación Rafael del Pino, por la que han pasado entre otros Rato, Lacalle o Mónica de Oriol.
Los del
Pino son los principales accionistas de esta multinacional, que acaba de
anunciar una
polémica mudanza a Paises Bajos, y que fue una de las fundadoras del
denominado G-7. Este grupo fue sancionado el año pasado “por alterar durante
más de 25 años el proceso en las licitaciones de construcción de
infraestructuras”, según determinó la Comisión Nacional de los Mercados y la
Competencia (CNMC).
Este
organismo impuso a las seis mayores constructoras españolas multas de 203,6
millones de euros. De esa cifra, 38,5 millones correspondieron a Ferrovial, que
ha recurrido en la Audiencia Nacional. Según la CNMC, la constructora de los
Del Pino tuvo una “intensa” participación en ese grupo.
Según la
resolución de Competencia, el G7 se reunía cada semana para “tomar un café” o
“contarnos nuestras penas y alegrías” y, de paso, alterar el resultado de
licitaciones multimillonarias. Se fundó en 1992, dos años después del
nombramiento como consejero delegado de Ferrovial de Rafael del Pino
Calvo-Sotelo, actual presidente. Lo crearon, entre otras, esta constructora y
Agromán, que Ferrovial adquirió en 1995 para convertirse en la tercera compañía
del sector en España. Cuatro años después, ambas se fusionaron para salir a
bolsa. Y el 4 de noviembre de 1999 se creó por decisión del fallecido Rafael
del Pino Moreno la fundación que lleva su nombre.
La
fundación inició su actividad en mayo de 2001 y su primer director general fue
el catedrático Amadeo Petitbó, que hasta septiembre de 2000 y desde 1995
presidió el extinto Tribunal de la Competencia (TDC), antecesor de la actual
CNMC, del que fue vocal desde 1992.
Petitbó,
que se
encuentra entre las decenas de cargos de Competencia y los antiguos reguladores
sectoriales que han fichado por el sector privado en los últimos años, aún
pertenece al patronato de la Fundación Rafael del Pino y a su comisión
ejecutiva. El académico, que en los últimos días ha retuiteado mensajes de
apoyo a la mudanza de Ferrovial, entre ellos a una tuitera que se alegra
“INFINITO” [sic] de su marcha, es también vicepresidente del consejo asesor de
la fundación.
Sánchez dice que el Consejo de Ministros aprobará una ley. Es un autócrata. Las leyes las aprueban los parlamentos. Sánchez desborda ignorancia jurídica y económica. Y no aprende. Cada vez se parece más a la Belarra. — Amadeo Petitbò🧤 (@AmadeoPetitbo) 4 de marzo de 2023
El
expresidente del TDC fue sustituido en 2013 en la dirección general de la
Fundación Rafael del Pino por Vicente José Montes Gan. Técnico comercial y
economista del Estado, Montes fue subdirector general de Concentraciones,
Adquisiciones y Ayudas Públicas del TDC entre 1995 y 1998.
Montes se
incorporó a la Fundación Rafael del Pino en 2005 como director adjunto. Al
ascender a director general en 2013, el G7 seguía activo. Ferrovial permaneció
en este grupo de empresas hasta abril de 2017, cuando ya se habían producido
las primeras deserciones. Año y medio después, en octubre de 2018, la CNMC
anunció la apertura del expediente sancionador que derivó en esa sanción
millonaria para las constructoras. El organismo tuvo que reiniciar el
procedimiento en 2020, tras haber caducado.
Hasta 2017,
la Fundación Rafael del Pino patrocinó el programa Efficient Regulation &
Markets junto a la propia CNMC, que se desarrolló durante tres años y
coordinaba el economista y exeurodiputado de Ciudadanos Luis Garicano, exmiembro
del consejo asesor de la fundación. Ese foro se ocupaba de analizar “las
cuestiones más relevantes en el ámbito de la regulación y la competencia en los
mercados”.
En el
patronato de la fundación, además de la familia del Pino y esos dos excargos de
Competencia, se sientan actualmente, entre otros, el empresario y ex alto
comisionado para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros. El padre del
ultraderechista Iván Espinosa de los Monteros está vinculado a la entidad desde
su creación. Uno de los hermanos del diputado de Vox, Beltrán Espinosa de los
Monteros, está casado con Ana Cebrián Del Pino, hija de Clemente Cebrián
(fundador de la empresa textil El Ganso), sobrina del presidente de Ferrovial y
vicepresidenta de la Fundación Rafael del Pino.
Lacalle y
Rodrigo Rato
También son
patronos de la fundación la polémica expresidenta del Círculo de Empresarios, Mónica
de Oriol, y el banquero Alfredo
Sáenz. Y en su consejo asesor están, entre otros, el economista vinculado
al PP Daniel Lacalle, que hace unos días firmaba un artículo en el que
aseguraba que Ferrovial está “obligada a emigrar para crecer”; la expresidenta
de la Sareb y consejera de Santander, Belén Romana, y el exconsejero de Bankia
y Caja Madrid Alberto Ibáñez.
Entre sus
expatronos figura el jurista José Manuel Romero Moreno, octavo conde de Fontao
y décimo marqués de San Saturnino. Abogado personal de Juan Carlos I durante 20
años, el aristócrata fue consejero de Expal, empresa
de explosivos a la que han estado muy vinculadas dos personas de la máxima
confianza del presidente de Ferrovial: su consejero José Sánchez-Junco
(hermano del fiscal en excedencia Javier Sánchez-Junco, abogado del emérito
para sus causas penales) y Santiago Bergareche, ex CEO de Ferrovial y
expresidente de Cepsa.
Por el
consejo asesor de la Fundación Rafael del Pino también tuvo un paso fugaz, tras
su precipitada salida del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato,
artífice de un generoso régimen de incentivos fiscales del que se benefició
Ferrovial. Esas ayudas fueron anuladas por la UE y están entre los
principales litigios que todavía hoy arrastra la constructora, junto a las
multas que le ha impuesto en los últimos años la CNMC y un reciente
escándalo de corrupción en Polonia por el que han sido detenidos varios
directivos del grupo y un exministro de Hacienda de ese país.
Por el
consejo asesor de la fundación también han desfilado, entre otros, el fallecido
economista e historiador Gonzalo Anes, exconsejero del Banco de España,
expresidente del Patronato del Museo del Prado y responsable de que en 2011, el
Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia (RAH), que
entonces presidía, calificara a la dictadura de Francisco Franco como “un
régimen autoritario, pero no totalitario”, una
afirmación que acaba de ser corregida doce años después.
Su sucesora
en la RAH, la historiadora Carmen Iglesias, expresidenta de Unidad Editorial
(editora de El Mundo, entre otros), también ha pasado por ese órgano. Además de
empresarios como los fallecidos José Manuel Lara (grupo Planeta) o Mariano
Puig, estuvieron vinculados a la fundación, entre otros, el ex secretario
general del Círculo de Empresarios Vicente Boceta, y el a la postre consejero
de Economía de la Comunidad de Madrid a propuesta de Ciudadanos, Manuel Giménez
Rasero.
Actualmente,
el secretario de la fundación es José Ignacio Ysasi-Ysasmendi y Pemán,
responsable jurídico de Casa Grande de Cartagena, SA, sociedad patrimonial de
los Del Pino. Miembro de la comisión ejecutiva de la entidad filantrópica, es
nieto del escritor falangista José María Pemán, poeta oficial de la dictadura
franquista, e hijo de Pedro Ysasi-Ysasmendi, abogado del Estado y expresidente
del Círculo de Empresarios.
Su hermana
Cristina fue la última directora adjunta del Gabinete de la Presidencia con
Mariano Rajoy en la Moncloa y también tuvo
un fugaz paso por la CNMC antes de recalar en el sector privado. Cristina
Ysasi-Ysasmendi está además casada con el empresario José Sarasola, con
fuertes intereses en el negocio de la energía y hermano de Borja Sarasola,
exconsejero de Ignacio González en la Comunidad de Madrid y pendiente de juicio
por caso Púnica de supuesta financiación irregular del PP madrileño.
A preguntas
sobre este asunto, la Fundación Rafael del Pino no detalla la retribución de
sus directores generales y afirma que la marcha de Ferrovial a Países Bajos no
va a tener ningún efecto sobre sus actividades. Presidida en la actualidad por
María del Pino, hermana del presidente de Ferrovial y consejera y accionista de
la constructora, esta entidad no lucrativa contabiliza en sus últimas cuentas
presentadas 135 millones en activos, con importantes inversiones financieras en
deuda, bonos y acciones, y gastos de personal de 632.768 euros.
La entidad
tiene entre sus fines “la formación de dirigentes, el impulso de la iniciativa
individual, los principios de libre mercado y la libre empresa, la divulgación
de la historia y la defensa del patrimonio cultural español”, “contribuir a
mejorar la salud y las condiciones de vida de los ciudadanos” y “fomentar la
actividad emprendedora y el uso de nuevas tecnologías”.
La
fundación, cuyo programa de conferencias magistrales ha recibido a varios
premios Nobel y Jefes de Estado y de Gobierno, arrancó su actividad con una
conferencia inaugural de Bill Clinton sobre la globalización en el siglo XXI.
Entre 2001 y 2021, ha desarrollado 561 programas de formación que han contado
con más de 137.000 alumnos; 306 personas han disfrutado de sus becas de
excelencia y “han podido realizar sus estudios en universidades y centros de
vanguardia”, explica en su web.
La entidad
también canaliza su labor filantrópica a través de un complejo polideportivo
adaptado a las necesidades de movilidad y accesibilidad de los lesionados
medulares ubicado en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. Entre los
últimos actos celebrados en su auditorio en Madrid se cuenta el “Foro europeo por la vida”, un
encuentro antiabortista internacional organizado por Vox.
Fuente: El
Diario.es