Elegir el mejor teléfono de gama media
es complicado, sobre todo cuando Lenovo pone sobre la mesa el Moto G5
Aunque su precio es superior a los
primeros Moto G, su cuerpo de metal y su Android sin obstáculos lo hacen una
gran elección.
PRECIO
En 2017, Moto
pertenece a Lenovo (antes pertnecía a Google), y en el terreno de la
gama media, los Moto G ahora tienen otros compañeros de viaje con un
precio inferior dentro de su propia familia, si bien ellos siguen siendo la
gama media. ¿Siguen mereciendo la pena ahora que ya está disponible el Moto G5?
La respuesta corta es que sí. su versión básica de Android, su aceptable
cámara, sus componentes de calidad y su potencia conforman un buen equilibrio. Su
precio es la guinda del conjunto: 210 euros por el modelo de 5 pulgadas y 270
por el modelo de 5,5 pulgadas. Sí, el precio es más alto que nunca dentro de
esta gama (en anteriores modelos, no llegaba a los 200 euros), pero sigue por
debajo de lo que otros teléfonos de la categoría ofrecen y, a cambio, se ha
usado metal para la parte trasera (que puede seguirse quitando para cambiar la
batería o poner una microSD que amplíe sus 16GB de almacenamiento).
CAMARA
La cámara también es mejor. No os
quisiera engañar: su lente de 13 megapíxeles sigue siendo peor que la de un
móvil de 400 euros, como el OnePlus 3T; y mucho pero que la del Galaxy S8, que
ahora mismo es el tope de gama a batir en este terreno hasta que el iPhone lo
reclame de nuevo. Pero aún así, es una cámara más que suficiente si la luz es
adecuada. Si cae la noche, no podrás hacer las mejores fotografías del mundo,
pero aún así, tiene una óptica suficiente. Lo que es cien veces mejor que en
muchos otros teléfonos es su versión de Android. Pese a que las capas de
edición de Huawei y Samsung han mejorado una barbaridad en 2016 y en los
terminales de este año, el Android Stock, el Android Puro, el Android sin
adulterar es la experiencia superior. Nada de aplicaciones que molestan, que se
te recomienda usar pese a que Google suele tener versiones mejores y más
bonitas y mejor integradas y que no consumen tantos recursos: todas las apps
del Moto G5, según se enciende, entran en su minúscula pantalla de 5 pulgadas
porque apenas incluye nada, y eso es buena señal. Android no va a ser nunca tan
fluido como iOS porque Apple trabaja con software y hardware como si fueran una
única cosa, pero la versión de Android 7.0 del Moto G5 es de lo mejor que se
puede tener en un teléfono que no sea el caro Pixel de Google ni un iPhone.
HARDWARE
Luego por hardware, es verdad que no
es ninguna locura. Su pantalla, sea de 5 o de 5,5 pulgadas, sí llega a los
1080p, que ya es lo normal; pero sólo tiene 2GB de RAM (o 3, si se paga el
precio), no tiene mucho almacenamiento interno (aunque se pueda ampliar), su
batería está algo por detrás de sus competidores (2800 en el G5 y 3000 mAh en
el G5 Plus) y su procesador, el Snapdragon 625, no es para tirar cohetes.
Pese a ello, el Moto G5 es
recomendable en comparación con otros teléfonos de gama media porque su
software no se va a estropear tanto y, cuando salga la nueva versión de
Android, es más seguro que se actualice que un Honor 6X o un WeiMei, ya que la
capa de edición y lo que hay que adaptar de una versión a la siguiente es
mínimo. Por supuesto, el exterior es tan importante como el interior a la hora
de comprarse un teléfono y el Moto G5, o el Moto G5 Plus, son teléfonos feos.
No están al corriente de las últimas tendencias, tienen mucho marco (incluso
por los laterales, que es lo que más los estropea) y no dan tan buen 'feeling'
en la mano como otros. Es lo que tiene valer poco más de 200 euros, claro. Así
que ahí está la encrucijada: ¿un teléfono barato y con una buena versión de
Android, pero que también es feo y no tan potente como otros competidores en un
similar rango de precios? Ahí, que decida cada uno.
Fuente: El mundo.es