La privacidad fue el gran tema
sobre el que debatieron varios CEOs de compañías tecnológicas durante el Foro
de Davos.
La revolución digital está
cambiando el mundo a una velocidad inusitada y planteando muchos debates y
retos sin tiempo a pensar cómo ocuparse de ellos con algo de antelación. Pero
si hubiera que escoger solo un tema, tan solo uno de esos aspectos que están
cambiando a gran velocidad, está claro cuál sería: la privacidad. Eso es por lo
menos lo que se pudo concluir de la conferencia inaugural del foro de Davos, en
la que en vez de los habituales premios Nobel de Economía, los escogidos para
hablar fueron varios CEO de compañías tecnológicas.
Estaban Marissa Mayer, CEO de
Yahoo!; Randall Stephenson, CEO de AT&T; Marc Benioff, CEO de Salesforce;
John Chambers, CEO de Cisco; y Gavin Patterson, CEO de BT. Y todos ellos
coincidieron en que el de la privacidad es el gran reto al que empresas
tecnológicas, usuarios y gobiernos tendrán que enfrentarse. La combinación de
las redes sociales y los dispositivos conectados hacen que sea necesario: cada
vez hay más datos que se comparten voluntariamente, pero ¿son los usuarios
realmente conscientes?
El ejemplo más claro lo puso
Marc Benioff, que hablando de cómo no puede vivir sin su Fitbit contó también
que empezaba a estar algo preocupado. “La semana pasada me llamó Michael Dell”,
explicó. “Me preguntó si estaba bien. ‘¿Por qué?’, le pregunté. ‘Estoy
preocupado por ti’, dijo, ‘porque soy tu amigo en la red Fitbit y he notado que
no has hecho ejercicio en los últimos tres días’”. Y tenía razón: Benioff
estaba acatarrado.
“Aquí estoy, el CEO de una
compañía pública y la gente sabe si tengo un catarro. La gente quizá conozca mi
ritmo cardíaco, mi nivel de glucosa”, siguió contando. Está todo muy bien, pero
¿qué significa que todo el mundo sepa todo?, se preguntó Benioff. “Todavía no
estamos pensando en esto, pero vamos a hacerlo pronto”.
Privacidad, seguridad y
transparencia
Benioff se refería a lo que los
usuarios comparten de forma voluntaria, quizá sin ser muy conscientes de la
consecuencia, pero el debate rápidamente se fue al espionaje y la NSA, a cuánta
privacidad es necesario perder en nombre de la seguridad, en dónde está el
equilibrio y el límite. Al final, la conclusión fue que lo único que hacía
falta, en realidad era un poco más de transparencia por parte de los gobiernos.
Eso es por lo menos lo que le
pediría Marissa Mayer a Obama si lo tuviese delante. “Así le podríamos decir a
nuestros usuarios cuántas y qué tipo de solicitudes de datos tenemos y cómo se
están utilizando”, explicó. Todos estuvieron de acuerdo. “Si todo el mundo
viera la letra pequeña probablemente se sentirían más cómodos”, apuntó Benioff.
“Pero ¿cómo vas a confiar en algo que no conoces?”. Stephenson, de AT&T,
añadió que el creía que en realidad ni siquiera creía que “nosotros, como sociedad,
queramos un 100% de privacidad”, pero que es necesario que exista el debate.
¿Más responsabilidad por parte
de los usuarios a la hora de compartir información? ¿Más transparencia por
parte de los gobiernos y compañías tecnológicas acerca de qué se hace con esos
datos? ¿De verdad saber para qué utilizan los datos los gobiernos paliaría el
clima de desconfianza que tienen ahora los consumidores? El debate ya ha
empezado y promete durar mucho tiempo.
Fuente : ITespresso.es