Una declaración de dominancia de las empresas
de telecomunicaciones del magnate Carlos Slim en el mercado mexicano sería
"positiva", en una plaza plagada por la concentración y la falta de
competencia, dijo el viernes un ejecutivo de su competidora Iusacell.
México aprobó el año pasado una
reforma al sector de las telecomunicaciones con la que quiere aumentar el
acceso y bajar los precios de servicios como la telefonía e internet,
considerados como claves para acelerar el crecimiento económico de la segunda
mayor economía de Latinoamérica.
La reforma, que creó a un nuevo
regulador, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), es vista como un
intento del Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto para reducir el poder de
las empresas de Slim, que operan un 80 por ciento de los teléfonos fijos y 70
por ciento de los móviles en México.
Iusacell, propiedad a partes
iguales de los empresarios de medios y telecomunicaciones Ricardo Salinas y
Emilio Azcárraga, acérrimos rivales de negocios de Slim, ha pedido al nuevo
regulador que aplique reglas mucho más estrictas a la firma dominante, para
garantizar la competencia.
Eduardo Ruiz Vega, el director
de cumplimiento regulatorio de Grupo Salinas, a la que pertenece Iusacell, dijo
a Reuters que hasta el momento el IFT no les ha solicitado información para
determinar el operador preponderante en el mercado.
"Sólo te puedes hacer una
imagen completa de la competencia en la industria si le pides información a
todos los jugadores", dijo el ejecutivo a Reuters. Agregó que "si el
IFT determina que América Móvil y Telmex son dominantes, sería muy positivo
para la competencia en la industria".
En un documento dirigido por
Iusacell al IFT el año pasado, una copia del cual fue vista por Reuters, la
firma -la tercera operadora del mercado de móviles por volumen de clientes-
demandó al regulador que aplique reglas más estrictas al operador dominante y
lo obligue a compartir su red.
Iusacell opera cerca del 7 por
ciento de los teléfonos móviles de México.
Fuente: Reuters