A los facilitadores ocultos en estados que son paraísos fiscales, y que ven la guerra como una oportunidad de negocio, poco les importa la moral cuando están manejando miles de millones de dólares tanto de los oligarcas de Putin como de otros cleptócratas u organizaciones del crimen organizado internacional.
Por ejemplo, en el
estado de Wyoming, uno de los paraísos fiscales de los Estados Unidos, los
propietarios de las LLC no están obligados a identificarse.
En los Estados
Unidos, los agentes registrados brindan servicios corporativos rutinarios,
presentando documentos e informes anuales. En muchos casos, son el único
contacto para cualquiera que busque demandar a las empresas o presentar una
queja. Además, mantienen sus oficinas en lugares increíbles, como pequeñas
casas de madera a las afueras de Cheyenne que cualquiera pensaría que se trata
de la vivienda de una persona de bajos recursos.
Los expertos han
advertido durante años que se trata de una industria en expansión, que
comprende abogados, colaboradores a tiempo parcial y compañías especializadas
en varios estados que representan a miles de empresas. Se trata, pues, de un
punto débil en el sistema financiero de Estados Unidos. Si bien los bancos
deben investigar a los clientes, los agentes registrados no están obligados de
manera uniforme a verificar sus identidades.
Wyoming, Delaware y
Nevada han estado al frente de un debate nacional sobre si aumentar la
supervisión de estos agentes registrados. Esos estados y un puñado de otros son
paraísos para la riqueza oculta, apreciados por los propietarios de las
empresas por sus bajas tarifas, escasa regulación y ofertas de anonimato.
Durante una audiencia en el Congreso de 2009, un funcionario de la Asociación
Nacional de Secretarios de Estado señaló que los agentes registrados en Wyoming
y Nevada habían sido vistos como «niños del cartel… en el mal sentido» por
fallas dentro de la industria.
En octubre de 2021,
demócratas y republicanos propusieron una legislación federal que requeriría
que los agentes registrados escudriñaran a los clientes y reportaran
transacciones sospechosas. Redactaron la medida, denominada Enablers Act (Ley
de Facilitadores) tras la publicación de los Papeles de Pandora, la
investigación global del ICIJ donde se hizo público cómo las élites mundiales
protegen sus riquezas de las autoridades fiscales, las investigaciones penales
y la responsabilidad pública.
Algunos de estos estados
no han logrado garantizar que Estados Unidos sea el destino número uno para el
dinero sucio en el mundo.
Oligarcas y
cleptócratas rusos
El asunto ha
adquirido una nueva urgencia desde que Rusia invadió Ucrania, lo que llevó a
los gobiernos a rastrear y congelar los activos en poder de los oligarcas
cercanos al presidente ruso, Vladimir Putin.
Después de que
comenzara la guerra el 24 de febrero, una coalición de expertos pidió al
Congreso que aprobar de manera urgente a la Ley de Facilitadores y otras
medidas, señalando las revelaciones en los Papeles de Pandora de que el
multimillonario ruso Igor Makarov poseía en secreto activos inmobiliarios de
lujo y un avión privado de 13 asientos a través de una LLC en Wyoming.
En enero de 2022, una
ley federal requirió por primera vez que las LLC y entidades comerciales
similares proporcionaran los nombres y fechas de nacimiento de sus propietarios
a una nueva base de datos del gobierno. Pero ese registro no es accesible al
público y los defensores de la transparencia argumentan que el gran volumen de
información puede dejar a las autoridades federales incapaces de identificar
muchas entradas fraudulentas y los verdaderos propietarios. Solo Delaware
registró más de 180.000 nuevas LLC en 2020.
La Ley de
Facilitadores propuesta iría más allá y requeriría que cada agente registrado
no solo que identifique a los propietarios de la empresa, sino que también
busque y active las señales de alerta.
Sin embargo, algunos
de estos agentes tienen listas de clientes masivas como, por ejemplo, una LLC
en Delaware que ha representado a más de 300.000 empresas. Es posible que los
agentes más pequeños no tengan los medios o la capacidad para rastrear a los
clientes, en particular a los que viven en el extranjero, dicen los expertos.
Wyoming no mantiene una lista completa de agentes registrados, y algunos pueden
ser tan escurridizos como los propietarios de las empresas que representan.
En Wyoming, la
cantidad de LLC se ha disparado en la última década de alrededor de 4.200 a más
de 220.000, según muestran los datos estatales. Las empresas establecidas en el
estado han sido incluidas en demandas en el extranjero sobre fraude médico en
Rusia, evasión de impuestos en Hungría y robo bancario en Zimbabue.
Fuente:Diario16.com