El primer ministro de
la ciudad-Estado ha sido objetivo “reiterado” del ataque, según el Gobierno
Singapur ha sufrido
el peor ciberataque de su medio siglo de existencia. El Ministerio de Salud de
la ciudad-Estado asiática ha informado de que los datos personales de al menos
1,5 millones de personas —alrededor de la cuarta de la población total, de 5,6
millones— han sido “deliberadamente” robados. Se trata de pacientes del mayor
grupo de instituciones sanitarias del país, SingHealth, que controla cuatro
hospitales, cinco clínicas especializadas y ocho policlínicas.
“Ha sido un ciberataque deliberado, dirigido y
bien planeado. No se trata de la obra de un hacker aficionado o de una banda de
criminales”, ha afirmado el Ministerio de Salud de Singapur en un comunicado
publicado en su página web. En una rueda de prensa, el ministro de Salud, Gan
Kim Yong, y el ministro de Comunicaciones, S. Iswaran, describieron la
infiltración como “el robo más serio y sin precedentes de datos personales de
Singapur”. Gan se dirigió con pesar a los pacientes: “Sentimos mucho lo que ha
ocurrido”.
Los datos robados,
entre ellos el nombre, fecha de nacimiento, género, dirección de domicilio y
grupo racial, pertenecen a pacientes que acudieron a los centros de SingHealth
entre el 1 de mayo de 2015 y el 4 de julio de 2018. También se accedió a las
prescripciones médicas de unos 160.000 pacientes de los ambulatorios. El Ministerio
de Salud afirma en el comunicado que los historiales médicos de los pacientes
damnificados no sufrieron alteraciones durante el ataque, que no ha vuelto a
detectarse desde el 4 de julio.
“Tampoco ha habido
ninguna perturbación de los servicios sanitarios durante el ciberataque, y la
atención de los pacientes nunca se ha visto comprometida”, enfatiza.
Uno de los aspectos
más llamativos compartidos por las autoridades sanitarias del país asiático es
que los hackers atacaron “específica y repetidamente” los datos personales y la
información de las prescripciones médicas del primer ministro, Lee Hsien Loong.
“He sido personalmente afectado, y no se trata de un incidente (…). No sé qué
esperaban encontrar los atacantes. Quizás querían encontrar algún secreto oculto,
o al menos algo que me avergonzara. Si esa era su intención, se habrán
decepcionado. La medicación que tomo no es algo de lo que hable a cualquiera,
pero no hay nada alarmante sobre ella”.
Lee Hsien Loong, hijo
del “padre” de Singapur, Lee Kuan Yew, tuvo cáncer de próstata en 2015, y su
salud ha sido motivo de especulación desde entonces. En el poder desde 2004,
Lee anunció en las pasadas elecciones de 2015 que aceleraría la búsqueda de
sucesor para retirarse antes de cumplir 70 años en 2022, pudiendo ocurrir tan
pronto como el próximo año, según algunas publicaciones. El relevo de Lee se
gestiona con gran secretismo en el seno de la formación fundadora de la
ciudad-Estado, el Partido de Acción Popular (PAP), que ha mantenido una mayoría
incontestada en el Parlamento del país desde su independencia en 1965. Lee
también ha protagonizado una amarga disputa en público con sus hermanos debido,
oficialmente, a su decisión de no destruir la casa de Lee Kuan Yew, como habría
deseado el fallecido mandatario. La sombra de la sucesión, no obstante, también
ha planeado sobre las tensiones, de acuerdo a algunos observadores.
Las autoridades
singapurenses han asegurado que pudieron confirmar el ciberataque el pasado 10
de julio, después de detectar “actividad inusual” en las bases de datos de
SingHealth el pasado día 4. La policía de la isla, punta de lanza de los
avances tecnológicos mundiales, está investigando el ataque. El Gobierno ha
advertido en el pasado haber sido objetivo de hackers, pero asegura que la mayoría
fueron abortados a tiempo.
Fuente: El Pais.com