29 de julio de 2018

GOOGLE. Multa de 4.340 millones por abuso de posición dominante en Android

La Comisión Europea (CE) ha impuesto una multa récord a Google de 4.343 millones de euros al considerar que ejerce abuso de posición dominante en el mercado con Android, su sistema operativo para smartphones, con el que incentiva el uso de sus propios servicios. Google por su parte ha anunciado que recurrirá la multa.
La CE considera que Google ha impuesto restricciones ilegales a los fabricantes de dispositivos Android y a los operadores de redes móviles para consolidar su posición dominante en los servicios de búsqueda general en internet desde el año 2011.
Android ha servido a la compañía para "consolidar el dominio de su motor de búsqueda, ha negado a los rivales la oportunidad de innovar así como competir en función de los méritos y ha impedido a los consumidores europeos beneficiarse de una competencia efectiva. Es ilegal según las normas antimonopolio de la UE", ha explicado la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.
La CE pone ahora el balón en el tejado de Google, que no sólo debe abonar la multa sino que dispone de un plazo de 90 días para modificar su comportamiento, si no, se enfrenta a una nueva sanción que podría alcanzar el 5% de los ingresos medios diarios globales de la matriz, Alphabet.
La sanción de la Comisión de Competencia llega apenas un año después de que la CE sancionase a la compañía norteamericana con otra multa récord, aunque de menor cuantía, (2.420 millones de euros) por abuso de posición dominante con su servicio comparativo de compras, Google Shopping.
"Android ha creado más libertad de elección para todos, no menos. Recurriremos la decisión de la Comisión"
Google ha respondido nada más conocerse la decisión de Bruselas asegurando que Android, "ha creado más libertad de elección" y "no menos", y ha permitido que el sector de telefonía pueda crecer y generar empleo.
"Android ha creado más libertad de elección para todos, no menos. Un ecosistema vibrante, innovación rápida y precios más bajos son las características clásicas de una competencia sólida. Recurriremos la decisión de la Comisión", indica en un comunicado Al Verney, portavoz de la multinacional.
También ha respondido a la decisión de la Comisión el máximo responsable de Google, Sundar Pichai, quien, a través de un post en el blog de la compañía, lamenta la decisión Europea. Pichai ha lamentado que la decisión de Bruselas "ignora que Android compite con el iOS de Apple" así como a los desarrolladores que han establecido sus negocios "basándose en Android y sus miles de millones de consumidores".
Precisamente, basándose en Android, Pichai defiende la diversidad de poder ofrecer en el mercado "más de 24.000 dispositivo a precios de todo tipo, de más de 1.300 marcas incluyendo a fabricantes de Holanda, Finlandia, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Letonia, Polonia, Rumanía, España y Suecia".
"Un ecosistema de Android próspero y saludable es algo de interés general y hemos demostrado que estamos dispuestos a hacer cambios. Pero nos preocupa que la decisión de la Comisión perjudique a este equilibrio y que envíe unas señales preocupantes a favor de sistemas cerrados y privados frente a las plataformas abiertas", ha añadido, criticando que la decisión adoptada "rechaza el modelo de negocio que sustenta Android, que ha creado más opciones para todo el mundo, no menos".
Bruselas desglosa en tres grandes claves la estrategia de Google para imponerse
En la sanción de hoy, Competencia desglosa en tres vías principales la estrategia seguida por Google para reforzar su posición de dominio y vulnerar la legalidad europea.
Por un lado considera que Google obliga a fabricantes a preinstalar la aplicación Google Search y el navegador Chrome como condición para conceder la licencia de su tienda de aplicaciones, Play Store. Por otro, realiza pagos a determinados grandes fabricantes y operadores de redes móviles a condición de que preinstalen exclusivamente Google Search en sus dispositivos. Asimismo, la CE asegura que ha impedido a los fabricantes que deseaban preinstalar aplicaciones de Google vender un dispositivos con versiones modificadas de Android no aprobadas por la compañía.
Ahora, Google debe interrumpir y no volver a participar en ninguno de estos tres tipos de prácticas. La decisión también exige a Google que se abstenga de adoptar cualquier medida cuyo objeto o efecto sea idéntico o equivalente a esas prácticas.
"La empresa entendió enseguida que la transición de los ordenadores de sobremesa a internet móvil (...) representaría un cambio fundamental para Google Search. Por ello, Google desarrolló una estrategia para anticipar los efectos de este cambio y asegurarse de que los usuarios siguieran utilizando Google Search también en sus dispositivos móviles", explica la Comisión en el comunicado.
Competencia destaca que Google aprovecha que en torno al 80% de los dispositivos móviles inteligentes de Europa, y de todo el mundo, funcionan con Android con lo que le permiten tener una posición dominante en los mercados nacionales de búsqueda general en internet en todo el Espacio Económico Europeo (EEE), es decir, en los 31 Estados miembros, donde el buscador tiene cuotas de más del 90% en la mayoría de ellos.
La Comisión aclara que "la posición dominante, como tal, no es ilegal con arreglo a las normas antimonopolio de la UE", sin embargo, las empresas con posición dominante son especialmente responsables de no abusar de su dominio en el mercado limitando la competencia, ya sea en el mercado en el que ocupan una posición dominante o en otros mercados.
Del fracaso de Fire OS a incentivar un statu quo, los efectos de las prácticas de Google
La decisión de la Comisión concluye que estos tres tipos de abuso forman parte de una estrategia global de Google para consolidar su posición dominante en la búsqueda general en internet en un momento en el que la importancia de la internet móvil estaba creciendo de manera significativa, lo que ha tenido diversas consecuencias en el sector móvil.
Las prácticas de la multinacional de Mountain View "han privado a los motores de búsqueda rivales de la posibilidad de competir en función de los méritos" ya que se garantizó la preinstalación del motor de búsqueda y el navegador de Google en prácticamente todos los dispositivos Android de Google y los pagos por exclusividad tuvieron un fuerte efecto disuasorio para preinstalar motores de búsqueda competidores.
Asimismo, Google entorpeció el desarrollo de bifurcaciones del propio sistema operativo Android, que podrían haber proporcionado a los usuarios una plataforma alternativa -como el fracaso de Fire OS- para que los motores una plataforma para que los motores de búsqueda rivales también pudieran obtener tráfico.
Asi mismo, al ir cerrando poco a poco la disponibilidad a otras alternativas, se impidió a la competencia disponer de datos suficientes de los usuarios para poder competir, lo que a la vez ayudó a consolidar su posición dominante como motor de búsqueda.
Precisamente, el conocimiento y el uso cada vez mayor de las aplicaciones por parte de las aplicaciones provoca que los usuarios sólo conozcan esa alternativa y, por tanto, sea la que usen recurrentemente, generando así un statu quo.
"La Comisión ha obtenido pruebas de que el uso de la aplicación Google Search es sistemáticamente mucho más frecuente en dispositivos Android, en los que está preinstalada, que en dispositivos Windows Mobile, en los que los usuarios deben descargarla".
Tras las multas por Google Shopping y Android, Bruselas tiene abierto el caso de AdSense
Más allá de las multas de los casos de Google Shopping y Android, Bruselas mantiene todavía abierto un tercer expediente por abuso de posición dominante con la compañía. En este caso se centraría en su servicio publicitario de AdSense, al sospechar que impone restricciones a páginas web terceras a la hora de ceder espacio a anuncios contextualizados de sus competidores.
Sobre este caso, la Comisión se encuentra estudiando el servicio publicitario de la multinacional, ya que considera que podría haber reducido la oferta impidiendo que los sitios web de terceros obtengan anuncios de búsqueda de la competencia.
Fuente: El Economista.es