Cómo usa Coca-Cola el big data y la
inteligencia artificial para ser más eficiente
La empresa se ha convertido también en
uno de los ejemplos sobre cómo usar la transformación digital y cómo poner en
la base de las decisiones a los datos y a las herramientas de inteligencia.
Coca-Cola usa el big data y la inteligencia artificial para posicionarse en el
mercado, como recuerda un analista en Forbes destacando los puntos en los que
los emplea.
Desarrollo
de producto
La inteligencia artificial puede
ayudar a posicionar a las marcas y empresas en nuevos terrenos y en nuevas
áreas, ya que puede ayudar a analizar nuevas oportunidades de negocio. Eso es
lo que está haciendo Coca-Cola, como recuerdan en el análisis. La compañía está
usando la inteligencia artificial para asegurarse de que sacan todo el jugo
posible a los datos y a la información de la que disponen sobre los
consumidores. De hecho, ya están tomando decisiones estratégicas de negocio
partiendo de lo que la inteligencia artificial descubre.
Han lanzado una nueva bebida partiendo
de los datos que han extraído de los sistemas de self-service de bebidas y de
lo que estos dicen de los gustos de los consumidores. En esas máquinas, uno
puede hacer bebidas que se ajustan a sus gustos. El caudal de datos que generan
posibilita tener una suerte de estudio de mercado.
No es el único uso que dará a la
inteligencia artificial: también está trabajando para hacer su suerte de
asistente virtual en las máquinas expendedoras que permita personalizar
productos.
Descubrimiento
y mantenimiento de nichos emergentes de mercado
Las empresas están buscando en todo
momento cuál será la próxima 'gran cosa' y la cuestión es especialmente
importante y destacable cuando la industria en la que la compañía se mueve está
en crisis (más o menos). La industria de los refrescos se enfrenta por un lado
a la presión de los propios consumidores, que buscan una vida más saludable, y
por el otro a la de los poderes públicos, que están empezando a castigar ley
mediante los excesos de azúcar. Coca-Cola (como otras firmas de su sector)
tiene que crear productos más saludables y líneas de negocio que lleguen a ese
mercado.
El uso de las nuevas tecnologías no
solo permite detectar esos nichos de mercado, sino también mantener ciertos
estándares y ciertas cuestiones de forma constante. En este caso, por ejemplo,
aplican algoritmos y usan big data para partiendo de información como datos del
tiempo, imágenes satélite, históricos de precios o información de cosechas
establecer no solo precios y optimizar resultados sino también para mantener
una cierta consistencia de sabor en esos productos que están ligados a
cuestiones naturales (básicamente, son zumos).
Realidad
aumentada
Las compañías están en general
probándola en atención al cliente: ellos la están usando en sus plantas de
embotellado. Con su uso tienen información en tiempo real de expertos sobre
problemas y diagnósticos sobre sus botellas y envases. También la emplean para
analizar problemas en las máquinas expendedoras en localizaciones de difícil
acceso.
Minería
de datos en redes sociales
No es exactamente un punto nuevo ni
uno que el resto de las compañías no empleen, pero la compañía tiene aquí una
especie de tracción histórica. Ya en 2015 era capaz de seguir las menciones que
se hacían a sus productos lo suficientemente bien como para saber que cada dos
segundos se hablaba en redes sociales de alguno de ellos. Ahora, además de
hacer escucha, usa la inteligencia artificial para seguir otros impactos. Con
ella mide la presencia de sus productos y los de sus competidores en las
fotografías que son subidas a la red y, una vez establecido esto, decide vía
algoritmo qué anuncios servir a esos internautas. Con ello consigue que su
publicidad tenga 4 veces más probabilidades de recibir un clic.
Fuente: puromarqueting.com