6 de diciembre de 2013

FIBRA ÓPTICA. Nueva tecnología multiplica por diez la velocidad actual

Investigadores suizos ha desarrollado un método que multiplica por diez el ancho de banda de la fibra óptica al reducir el espacio entre los pulsos de luz que transportan la información, lo que permite que circulen más datos y en menos tiempo.

La principal innovación de esta tecnología es su concepto basado en el tratamiento de la luz y para aplicarla sólo es necesario cambiar la fuente emisora, mientras que otras alternativas ya existentes para aumentar la velocidad de la fibra óptica implican cambiar toda la infraestructura, con el consecuente coste.

La tecnología de la fibra óptica transporta la información a través de impulsos luminosos que hasta ahora viajaban «en fila india», lo que suponía dejar espacios sin usar entre unos y otros para evitar interferencias.

Los científicos de la Escuela Politécnica de la Universidad de Lausana en Suiza han ideado un método a través del cual es posible superponer parcialmente estos pulsos de luz como las piezas de un rompecabezas y aprovechar así los espacios que antes quedaban sin utilizar para transportar más información, lo que permite explotar la capacidad total de la fibra.

Este método permite producir de forma casi perfecta estos pulsos de luz llamados Nyquist, lo que soluciona el problema de la aparición de interferencias.

Los científicos de la EPFL crearon un láser y un modulador con el que consiguieron unos pulsos de luz perfectos al 99%, un resultado nunca alcanzado mediante otras tecnologías.

Esta tecnología sólo tiene el inconveniente de que no será posible intensificar aún más en el futuro el tráfico de información, ya que si los impulsos de luz se emiten con poca separación entre sí no podrían transmitir la información correctamente.

En los sistemas de comunicación modernos, como el intercambio de información entre dos teléfonos móviles, los datos se transportan de una antena a otra a través de fibra óptica mediante pulsos luminosos encendidos que equivalen al número uno y apagados que corresponden al cero.

De este proceso resulta un código binario compuesto por una lista de unos y ceros que permite al receptor descifrar el mensaje original.

Fuente: EFE