Un grupo de 69 científicos piden el
cierre total de los lugares más afectados y proponen una fase de ataque (15
días) y otra de sostenibilidad (2 meses) con la intención es evitar el colapso
sanitario que estiman para este próximo miércoles.
Un grupo de 69 miembros de la
comunidad científica publicaron este fin de semana un informe en el que
solicitan al Gobierno que decrete un confinamiento total en las ciudades de
mayor incidencia para evitar el colapso del sistema sanitario que estiman que
podría producirse el próximo miércoles 25 de marzo.
Entre los firmantes hay expertos en la
dinámica y propagación de epidemias y otras áreas de salud pública, además de
profesores universitarios y miembros del CSIC. Sus cálculos se basan en varios
modelos matemáticos, y teniendo en cuenta los casos de otros países, todos
coinciden en que habrá un gran volumen de casos en las próximas semanas, y que
las medidas implementadas en la actualidad no serán suficientes para evitar el
colapso del sistema sanitario y, en consecuencia, la morbilidad y mortalidad
del COVID-19.
En su informe, piden al Ejecutivo
aumentar las restricciones de movilidad, ahora parciales, y que se decrete un
confinamiento total que prohíba la movilidad laboral salvo en servicios de
primera necesidad. Así, los 69 científicos apremian al Gobierno a aplicar estas
medidas de forma contundente antes de que la capacidad asistencial se sature,
idealmente entre 2-3 semanas antes, y minimizar el impacto de la pandemia en la
población española.
Reticencias del Gobierno a su
aplicación
Sin embargo, desde el Gobierno por el
momento no valoran esta opción. El responsable del centro de Coordinación de
Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, basa el por qué, en que España no es China. Según recordó,
cuando se confinó Wuhan primero (11 millones de personas) y después la
provincia de Hubei (60 millones de personas) el porcentaje de población aislada
representaba el 4% total del país, por lo que los suministros estaban
garantizados dentro y fuera de la zona cerrada. "Ante estas cifras, está
claro que España no es China. Si hubiera una restricción total de movimientos,
¿quién abastecerá a los 47 millones de españoles? Nadie nos asistirá",
defendió Simón.
Detalle del Plan de los 69 científicos contra el coronavirus
Sin embargo, la propuesta de los
científicos incluye el cierre de aquellas con mayor afectación del virus y
aplicar el confinamiento total de sus ciudadanos, con excepción de los
servicios básicos esenciales (incluyendo hospitales, centros sanitarios y de
investigación), por un período mínimo de 15-21 días. En el resto de Estado
podría mantenerse el confinamiento parcial, con un seguimiento especial de las
tasas de crecimiento de nuevos casos en esas zonas.
De esta manera, habría que interrumpir
totalmente el tráfico interurbano no esencial de pasajeros y de las conexiones
domésticas aéreas, marítimas y ferroviarias peninsulares por un período mínimo
de 15 días (hasta el 4 de abril aproximadamente).
En cuanto a los tiempos estipulados
para combatir la pandemia, el estudio considera necesarios alrededor de tres
meses y una estrategia dividida en dos fases.
Fase de ataque: tres semanas
La primera sería la fase de ataque
(tres semanas), en la que habría que llevar a cabo estrategias combinadas de
confinamiento total, interrupción laboral y el distanciamiento social.
Habilitar también un canal de compra y
suministro de equipos de protección, actualmente insuficientes, para el
personal sanitario que está altamente expuesto a los contagios y es propenso a
contagiar (estudios recientes indican que el SARS-CoV-2 se puede propagar por
contaminación de pestañas y cabellos).
Y habilitar también hoteles para el
aislamiento de casos de la población general y de sanitarios, con el fin de que
no contribuyan a infectar a su núcleo familiar y proteger, al mismo tiempo, el
personal sanitario.
Fase de sostenibildad: dos meses
Posteriormente se determinaría una
segunda fase, denominada de sostenibilidad y que duraría unos dos meses, en la
que los laboratorios incrementarían su capacidad para realizar pruebas
diagnósticas a todas las personas con síntomas.
Otras consideraciones
Otras consideraciones
Según los científicos, sería necesaria
la creación de una aplicación móvil universal para el autoinforme de
observaciones y sospechas de COVID-19 por la población y poder llevar a cabo
acciones de contención tempranas y focalizadas.
Para concluir, los firmantes abogan
por facilitar el acceso a datos de la epidemia a la comunidad científica a fin
de dar apoyo de inteligencia artificial y la creación de un núcleo de soporte
desde los diferentes grupos que coordine una respuesta científica integral,
objetiva y transparente.
Fuente: eleconomista.com