El reciclaje ligado a la digitalización potencia la empleabilidad de los profesionales en activo y ofrece una segunda oportunidad a los que buscan reengancharse al mercado laboral
La digitalización está impactando en
todos los sectores de la economía. Hoy, el cultivo de tomates o la crianza de
vacas requiere, además de la sabiduría acumulada a lo largo de siglos, de
conocimientos informáticos para manejar la compleja maquinaria que hace que los
productos lleguen hasta la balda del supermercado. También la geriatría, como
consecuencia de la entrada de los dispositivos de acompañamiento y
monitorización, requiere de este tipo de destrezas. Esto hace que cada vez más
se necesiten expertos que sepan desenvolverse con soltura y ofrecer soluciones
en un entorno virtual. La economía precisa de digital workers (obreros
digitales en español), “especialmente ahora que la pandemia ha acelerado los
procesos de transformación digital”, señala Luis Pérez, director de Relaciones
Institucionales de la compañía de recursos humanos Randstad.
“Es una tendencia que nació en
Sillicon Valley para denominar a todos los empleados del mundo de las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como las profesiones
puramente digitales provenientes de las startups, del marketing, del comercio
electrónico, del big data, del mundo de la creación de contenidos… todas
necesitan digital workers”, explica Juanjo Amorín, fundador de Edix, Instituto
de Expertos Digitales de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
Convertirse en un digital worker
potencia la empleabilidad de los profesionales en activo y ofrece una segunda
oportunidad a todos los que buscan reengancharse al mercado laboral. Además,
está al alcance de cualquiera. No importa la edad ni la formación previa. Lo
puede hacer un recién salido de la universidad, un profesional de entre 30 y 50
años o un parado de larga duración que supera la cincuentena. Solo hace falta
pasar por un proceso de reskilling o reciclaje.
En España el paro juvenil supera el
40%, mientras que en la Unión Europea la media es del 17%. “Tenemos casi a la
mitad de nuestra población joven parada. Es un drama para un país. Para ellos
el reskilling es una salida”, argumenta. Amorín lo ejemplifica con un recién
graduado de Psicología que decide realizar un curso en Digital Talent. “Se sabe
que se están buscando profesionales que sepan descubrir al talento digital”,
explica.
Lo primero que debe hacer un
profesional para enfrentarse a la búsqueda de trabajo es conocer bien qué
demanda su sector en el ámbito digital. "Un periodista, por ejemplo, de
las generaciones X y millennial [entre 30 y 50 años] se encuentra ante una
profesión con un paro elevadísimo en la que hay mucha gente trabajando con
salarios muy bajos.
Una buena salida puede ser la de
reciclarse como creador de digital content, “un puesto muy demandado por las
compañías que necesitan producir contenidos porque se han convertido, a través
de las redes sociales, en comunicadores con técnicas parecidas a las de los
periódicos o la televisión”, argumenta. La situación actual, con las
restricciones, afecta radicalmente a los empleados del sector turístico y
hostelero. “La pandemia va a cambiar estructuralmente su profesión. Ahora que
muchos están aún bajo el régimen de expediente de regulación temporal de empleo
(ERTE) es un buen momento para reciclarse”, admite.
“La idea es coger los fundamentos de
tus capacitaciones y hacer un reskilling para adaptarlas al mercado digital”,
asegura el experto. Los parados de más de 50 años, uno de los colectivos con
mayores dificultades para encontrar trabajo, pueden multiplicar sus
posibilidades de reengancharse al mercado reciclando sus habilidades.
Juanjo Amorín habla de cómo un
exempleado de banca puede utilizar su destreza para trabajar con números y
datos para adaptarse a la economía digital. “Hay muchas carreras asociadas al
big data y la inteligencia artificial con salidas”, puntualiza el fundador de
Edix, donde ofrecen estos cursos, o carreras como prefiere denominarlas.
“Vienen personas que buscan un reciclaje rápido e intenso para ser competitivos
en el mercado laboral a través de una hiperespecialización”, defiende. Solo
así, cree, se podrán formar los profesionales necesarios para afrontar el
cambio hacia una economía digital.
Los
sectores más demandados
Entre las profesiones puramente
digitales, existen varias que copan las ofertas de las empresas, de acuerdo con
Juanjo Amorín, fundador de Edix.
Marketing
digital
“Todo lo que tenga que ver con esto
arrasa en el mercado”, apunta Amorín. Las carreras de experto en redes sociales
y posicionamiento web siguen siendo altamente demandadas, igual que las de
experto en CRO (conversion rate optimization, optimización de la ratio de
conversión, en castellano) cuya labor consiste en que los visitantes de una
página web se registren o se conviertan en clientes. La más demandada, de
acuerdo con Amorín es la de growth marketing, una profesión cuyo objetivo es
hacer crecer una empresa en Internet y que requiere conocimientos en técnicas
de mercadotecnia, redes sociales y analítica web, entre otras.
Comercio
electrónico
Desde el confinamiento y las
restricciones de movilidad por los rebrotes consecuencia de la covid-19, los
comerciantes han identificado en Internet una salida a sus productos. “Muchos
negocios valoran la necesidad de tener un canal de venta en línea”, comenta el
experto. En Edix cuentan con un radar de empleabilidad que a mediados de
octubre detectó 900 vacantes en este ámbito. “Tenemos muchos alumnos que son
dueños de negocios y deciden formarse en e-commerce para digitalizarse”, añade.
Creación
de contenidos
Internet se nutre de contenidos y las
marcas quieren tener los suyos para ganar notoriedad. Por eso se demandan
expertos que conozcan cómo elaborar textos, imágenes, vídeos y todo tipo de
publicaciones atractivas para los usuarios. “Los youtubers y los influencers
son un ejemplo de lo que las firmas demandan para transmitir sus mensajes”.
Fuente: El
Pais.com