Los hospitales están cada vez más saturados y las medidas aplicadas parecen no surtir efecto. El asesor del ministro de Sanidad urge a realizar "intervenciones rápidas".
El coronavirus vuelve a golpear con
fuerza en Italia. Después de ser uno de los países europeos más castigados por
la pandemia en la primera oleada del virus, allá por los meses de marzo y
abril, ahora vuelven a sufrir de forma virulenta los efectos de la COVID-19.
El pasado viernes registraron su pico
máximo de contagios, con casi 40.000 nuevos positivos y, aunque el lunes esta
cifra bajo a los 25.271, lo cierto es que se realizaron cerca de 100.000
pruebas menos que aquel día. La situación en los hospitales empieza a parecerse
a la que se podía observar en los primeros compases de la pandemia.
La gravedad de la evolución de la
pandemia ha sido denunciada por el presidente de la Federación Nacional del
Colegio de Médicos italiano (Fnomceo), Filippo Anelli, quien solicitó al
Gobierno el cierre total del país. "Si se consideran los datos de esta
semana como una tendencia típica y si los proyectamos sin prever mayores
incrementos, la situación en un mes será dramática y por lo tanto debemos
recurrir de inmediato a un cierre total", dijo Anelli.
Incremento
de la presión hospitalaria
Los hospitales del país empiezan a
estar saturados, como demuestran los casi 30.500 pacientes ingresadas con
coronavirus, de los cuáles 100 entraron en UCI en las últimas 24 horas. Las
camas de cuidados intensivos ya superan las 2.800.
"O bloqueamos el virus o no
bloqueará él a nosotros, porque nos están avisando de que el sistema no
aguanta", avisa Anelli. Solo en el último día han fallecido a causa del
SARS-CoV-2 en Italia 331 personas. "Con la media actual, en un mes
llegaríamos a 10.000 muertos más".
Con 960.373 contagiados por
coronavirus, Italia es el undécimo país en cifra total de contagios en el mundo
y el quinto de Europa, por detrás de Francia, Rusia, España y Reino Unido,
todos ellos con más de un millón de contagios desde el inicio de la alerta
sanitaria. En la cifra de fallecidos, con más de 41.000, es el sexto país del
mundo que más registra. En la actualidad, además, hay más de medio millón de
habitantes que tienen la enfermedad.
Medidas
en Italia
El Gobierno italiano decretó el pasado
26 de octubre una serie de medidas restrictivas para reducir al máximo los
contagios. Entre estas, el toque de queda y cierre de actividades como la
gastronomía, la restauración, cultura y gimnasios.
Según el último decreto, hasta el
próximo 24 de noviembre permanecerán cerrados cines, teatros, salas de
conciertos o piscinas, mientras que bares y restaurantes deberán cerrar a las
18:00 de la tarde como máximo. En función de la incidencia en cada territorio,
Italia distingue las regiones como zonas rojas, naranjas o amarillas. Las más
castigadas en esta segunda ola, etiquetadas con el color rojo por su nivel de
incidencia, son Lombardía, Piamonte, el Valle de Aosta y Calabria.
En la región de Campania, además, se
ha solicitado ayuda debido a la saturación de los hospitales, con filas
interminables de coches esperando en la calle para realizarse las pruebas. El
propio asesor del ministro de Sanidad, Walter Ricciardi, instó a realizar
"intervenciones absolutamente rápidas o se avecina una tragedia
nacional"
Fuente:
As.com