Desvestir a un santo para vestir a
otro. Esta frase del refranero popular resume a la perfección la política de
actualizaciones de Microsoft Windows. Resulta bastante frecuente que cada vez
que el sistema operativo introduce un parche o una actualización para
solucionar un problema, surjan otros nuevos.
El último problema que ha surgido en
este sentido se ha producido con la última actualización, cuyo número de serie
es KB4515384. Se trataba de un paquete importante ya que se había diseñado para
corregir 80 fallos de seguridad en el sistema operativo de Windows.
Sin embargo, esta actualización trae
consigo un problema aun más grave: que las conexiones Wifi y Ethernet (por
cable) de los ordenadores dejen de funcionar. Algo que, en la mayoría de los
casos, supone dejar a los equipos si ninguna clase de conexión a internet.
La propia Microsoft ha reconocido en
un comunicado que este problema esta sucediendo en algunos terminales NEC con
tarjetas Intel Centrino. "Si esos dispositivos están actualizados a
Windows 10 versión 1903, no podrán conectarse a redes mediante WiFi",
avisan desde la empresa.
Asimismo, es posible que, si se
produce esta problemática, el controlador del Wifi podría presentar un icono
amarillo que avise al usuario de que algo está fallando en la conexión.
Ante la gravedad del problema,
Microsoft ha paralizado las actualizaciones de Windows 10 que arrancan en mayo
de 2019.
Este programa se puede solucionar
desinstalando desde nuestro ordenador la versión afectada (KB4515384).
En caso de que el problema persista,
desde la compañía también recomiendan un truco que puede servir para solucionar
este problema: desactivar el controlador de Wifi desde el controlador de
dispositivos y volver a activarlo. Después, se debe reiniciar el ordenador.
Fuente: El Mundo.com