20 de mayo de 2014

EEUU. Acusa a cinco militares chinos de ciberespionaje industrial

Los ‘hackers’ se infiltraron en la red de empresas clave del sector energético y Pekín afirma que las acusaciones son "absurdas" y exige que se retiren los cargos.
Fundamentos de la denuncia
  • La Administración Obama denunció el lunes a cinco militares chinos por infiltrarse en ordenadores de otras tantas empresas y un sindicato norteamericanos. La acusación, anunciada en Washington por el Departamento de Justicia, representa la primera vez que EE UU presenta imputaciones criminales contra funcionarios de otro país por espionaje en la red.
  • Los militares están acusados de usurpar secretos de algunas de las mayores empresas de EE UU en sectores clave como el acero, el aluminio y la energía nuclear. Los piratas informáticos, vinculados a la unidad 61398 del Ejército de Liberación Popular chino, obtuvieron información privilegiada en litigios con las empresas norteamericanas o beneficiaron con sus informaciones a empresas estatales chinas.
  • “Esta Administración no tolerará las acciones de ningún país que ilegalmente intente sabotear a compañías americanas y socavar la integridad de la competición justa en el funcionamiento del libre mercado”, dijo el fiscal general Eric Holder, titular del Departamento de Justicia. Según una estimación citada por The Washington Post, el ciberespionaje comercial cuesta a EE UU entre 24.000 y 120.000 millones de dólares al año (entre 17.500 y 88.000 millones de euros).
Empresas espiadas por China : las energéticas y las manufactureras 
  • China ha lanzado ataques informáticos contra sectores que van desde la energía hasta las finanzas. Pero el caso anunciado no se centra en Wall Street o en sectores que quizá prefieran que su nombre no figure en una disputa de este calibre, sino en cinco empresas que tienen en común su vínculo con sectores industriales que se sienten amenazados por la competencia china y las deslocalizaciones en ese país.
  • Las empresas son Westinghouse Electric, Alcoa, Allegheny Technologies, US Steel y Solar World, además del sindicato del acero United Steelworkers. El fiscal de Pensilvania David Hickton vinculó en la rueda de prensa con Holder las acciones del Ejército chino con la pérdida de empleos en regiones golpeadas por la desindustrialización.
Consecuencias presentes y futuras de la denuncia
  • La denuncia puede servir para dar ejemplo y disuadir a imitadores. Si fuesen condenados, los acusados podrían pasar décadas en prisión, pero es poco probable que acaben ante un tribunal estadounidense. 
  • La Administración Obama confía en que el solo hecho de nombrarles —y limitar su capacidad de movimiento: tendrán que cuidarse de viajar a países que puedan extraditarles a EE UU— tenga un efecto punitivo. “Es un paso importante. Y soy optimista”, dice Blasco. “Al mismo tiempo”, matiza, “creo que es difícil, porque marca un precedente y abre la caja de Pandora”.
Fuente: El País.com