La Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos compara
el lanzamiento del laboratorio, al que financiarán con 1.000 millones de
dólares al año, con la creación de Darpa.
Estados Unidos, lanza un ambicioso proyecto, el Laboratorio de Desarrollo Global, a propuesta de la Agencia de Estados
Unidos para el Desarrollo Internacional (USAid), en el que se juntarían
científicos, universidades, empresas privadas y ONGs, para crear y probar ideas
que ayuden a acabar con la pobreza. ¿El presupuesto? Mil millones de dólares al
año.
Muchos han comparado la iniciativa con una especie de incubadora de
startups, en este caso de ideas, que buscan ofrecer soluciones para luchar
contra la pobreza; y desde USAid no han dudado en comparar el impacto que
podría tener el Laboratorio con el que tuvo DARPA, la agencia militar
estadounidense considerada una de las responsables del desarrollo de Internet.
Las críticas, no obstante, no han tardado en llegar. Entre los partners
del Laboratorio habrá grandes multinacionales, desde Intel y Microsoft, hasta
Walmart y Coca-Cola, responsables en parte de hacer posible que proyecto pueda
alcanzar una escala global. El problema es que es difícil de creer que el puro
altruísmo sea el que guíe a compañías de este calibre. Según Christine Haigh,
portavoz del World Development Movement, aseguró en declaraciones para The
Guardian que el proyecto “promueve los intereses de corporaciones como Cargill
Unilever y WalMart, bajo el disfraz de luchar contra la pobreza”, contribuyendo
así a crear “una mayor desigualdad global”.
Desde USAid se defienden explicando que cuentan también con partners
como Save the Children, el Smithsonian Institute o el MIT; y que lo único que
buscan es lograr poder dar con soluciones como el Pratt Pouch, un paquete de
antiretrrovirales contra el sida, similar a un sobre de ketchup y que cuesta
solo 2 céntimos de dólar, algo que podría ayudar a “mejorar la vida de 200
millones de personas en cinco años”.
El Laboratorio de Desarrollo Global se centrará principalmente en cinco
áreas: seguridad alimentaria y nutrición, supervivencia de madre y niño en
nacimientos, acceso a la energía y a soluciones sostenibles para el agua,
alfabetización infantil y tecnologías conectadas.
Fuente: ITespresso