PP, Ciudadanos y VOX, rechazan la
Constitución para mantener la legislación franquista, antecedentes legales de los actuales
delitos de sedición y rebelión.
Y a las pruebas me remito, dado que, tras el quinto rehúse de renovación (preacuerdos incluidos) del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) la Constitución ha dejado de ser su libro legal de referencia, (desoyendo a la vez, el mandato Constitucional y a la Comisión Europea) convirtiendo "de facto" al Poder Judicial español (con CGPJ y Tribunal Constitucional sin renovar y Salas del Tribunal Supremo inoperantes) en incumplidores de la Constitución y el hazmerreír de Europa.
Por otra parte, el líder del PP, ha quedado retratado, devaluado y amortizado, quedándole menos credibilidad que una moneda falsa, convertido en un títere de los poderes fácticos, puesto que de continuar por ese camino, no tengo claro que llegue a las próximas elecciones generales del país, y pasaría a la historia como “Feijóo el super-breve” haciendo bueno a su predecesor “Casado el breve”, en clara competencia con sus homónimos británicos, pero un peldaño por debajo, pues mientras estos nombran primeros ministros, los populares deben conformarse con nombrar nuevos líderes de la oposición, que tampoco está mal, pero a las empresas del IBEX (sus patrocinadores) no creo les quede tanta paciencia.
En primer lugar y en mi opinión, el Sr. Feijóo bien haría en irse buscando nuevo trabajo, por si acaso. Y después, entiendo, debiera agradecer a sus varones y lideresas regionales los servicios prestados de “correveidile”, teniendo en cuenta previamente, que haciendo los mismos servicios, obtiene resultados contrarios, pues el líder del PP se perjudica a sí mismo y acaba beneficiando a los correveidiles.
Y ciertamente, porque no decirlo, siendo gallego, esperaba estuviese más listo, pero bien pensado, ahora comprendo que la inteligencia política y social, no es patrimonio de ninguna región o país, sino de toda la sociedad, tomados individualmente los ciudadanos. Pues hace dos mil años ya nos decía Aristóteles "El Hombre es una animal político", que en la democracia actual podría traducirse por, "Cada ciudadano es una animal político que vale por un voto".
Fuente: Redacción