Los teléfonos móviles del Presidente del Gobierno y de la Ministra de Defensa, fueron infectados con Pegasus en mayo y junio de 2021.
Moncloa apunta a un espionaje externo y ha interpuesto una denuncia ante la Audiencia Nacional dado que da por hecho que son unas actuaciones “ilícitas”. Se trata de tres ataques en mayo y junio de 2021: dos al presidente (con una extracción de 2,6 gigas y 130 megas) y uno a la ministra de Defensa (a la que robaron nueve megas de información)
Así lo
ha puesto de manifiesto el ministro de Presidencia en una rueda de prensa convocada por
Moncloa de urgencia este lunes. “Estamos ante infecciones ilícitas y
externas”, ha afirmado Félix Bolaños sobre la infección a través de ese sistema
que permite acceder a los terminales. Los dos “informes técnicos” del Centro
Criptológico Nacional se han puesto en conocimiento de la justicia para que
inicie una investigación. La denuncia se ha interpuesto esta misma mañana, a
través de la Abogacía del Estado, ante el juzgado de instrucción número 4 de la
Audiencia Nacional, que es el que está de guardia.
La “verificación” puesta en marcha por
el organismo dependiente del CNI (que a su vez cuelga del Ministerio de
Defensa) se produjo a raíz de las informaciones sobre el espionaje con Pegasus
que ha afectado a unas 66 personas vinculadas con el independentismo que reveló
The Citizen Lab y que ha colocado a la coalición en su momento más delicado con
los socios parlamentarios. No obstante, en julio de 2021 ya trascendió que
varios presidentes eran objetivos de esa herramienta, entre ellos el francés,
Emmanuel Macron.
El Gobierno descarta completamente que
la intervención proceda de instituciones nacionales. “Tenemos la absoluta
seguridad de que es un ataque externo. En una democracia plena como la nuestra
solo están facultados para hacer intervenciones organismos oficiales y siempre
con autorización judicial. No tenemos ninguna duda de que es una intervención
externa”, ha respondido Bolaños, que ha explicado que las revelaciones se han
producido “en el curso de esas verificaciones” que está llevando a cabo ese
centro. Los terminales del resto de miembros del Gobierno están siendo
analizados para determinar si también fueron infectados o si solo el presidente
y la ministra de Defensa fueron los objetivos. La información que se recabe de
esa investigación, que requiere que el Centro Criptológico Nacional se quede
con los teléfonos entre 24 y 36 horas, se pondrá en conocimiento de la
justicia.
La intromisión con Pegasus en el
dispositivo de Sánchez se produjo en dos ocasiones. En la primera se produjo
una extracción de 2,6 gigas de información y en la segunda, 130 megas. No
obstante, el Gobierno desconoce de qué tipo de información se trata, aunque
fuentes gubernamentales apuntan a que el presidente no tiene cuestiones
confidenciales en el teléfono. A Robles le robaron nueves megas.
A la pregunta de si cree que las
intrusiones se produjeron en el marco del conflicto catalán dadas las fechas en
las que se llevó a cabo, Bolaños no ha querido hacer “conjeturas” de los
motivos que estaban detrás de dicho espionaje. Tampoco ha aclarado si creen que
el espionaje a Sánchez y Robles está relacionado con el hackeo al teléfono del
entonces ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, el verano pasado.
El Gobierno ofrece ayuda a otras
instituciones
Desde el Ejecutivo descartan que
posteriormente se hayan producido nuevos ataques a esos terminales. Ni siquiera
intentos fallidos. “Desde esas fechas no ha habido intervención posterior. No
hay ninguna prueba de que se haya producido en esos dos terminales ninguna
intrusión posterior”, ha dicho Bolaños, que ha recordado que existe constancia
de que el software Pegasus se ha utilizado de manera ilícita en 20 países y que
ha afectado a gobiernos, personalidades de la sociedad civil o informadores,
entre otros. En el Ejecutivo niegan que haya habido una brecha de seguridad
dada la tardanza en conocer el espionaje al presidente.
“El Gobierno ha implementado y seguirá
implementando medidas para reforzar los protocolos de seguridad en las
comunicaciones de todos los organismos oficiales que pondremos a disposición no
solo de la administración central sino también de gobiernos autonómicos,
parlamentos autonómicos, entidades locales y en general de las instituciones”,
ha dicho Bolaños. La intención es que “este tipo de situaciones de intrusiones
ilícitas y externas no se puedan producir en ningún terminal de ningún
responsable público en este país”.
“El Gobierno está actuando con todas
las capacidades de las que dispone para esclarecer estos hechos, para proteger
la seguridad de las comunicaciones y garantizar el derecho fundamental de las
personas. Ese ha sido el compromiso inequívoco del Gobierno desde que se
tuvieron las primeras informaciones en las que se daba cuenta de la utilización
de Pegasus fuera de los controles legales. Ese ha sido el compromiso y esa será
la norma que el Gobierno implementará a rajatabla”, ha sentenciado Bolaños.
EDITORIAL
Algunos políticos españoles, que no
estadistas, siguen haciendo gala de su gran estupidez, ignorando la gravedad para la seguridad nacional del hackeo a los
móviles del Presidente del Gobierno y de la Ministra de Defensa, del que unos dudan y otros parecen alegrarse.
Pero nunca ha habido nada que agradecer a los patriotas de pacotilla de derechas ni a los furibundos extremistas de izquierdas.
Aunque tal vez, su ignorancia manifiesta no les deje ver, que si vienen mal dadas será para todos por igual.
Así que, o todos arrimamos el
hombro, o esa postura displicente, tal habitual en partidos políticos españoles que aspiran a gobernar, nos llevará a convertirnos en provincia rusa en un futuro no muy lejano.
Fuente: El Diario.es