Putin lanza nuevas amenazas y asegura
que solo detendrá la guerra si Ucrania se rinde. Tres personas muertas por los ataques rusos contra la carretera por la que
huyen los civiles de Irpin a Kiev
Tras una conversación
con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el presidente ruso, Vladímir
Putin, aseguró que no tenía intención de frenar la ofensiva.
Rusia y la Guardia
Nacional de Ucrania se acusaron mutuamente de impedir el establecimiento de un
corredor humanitario en Mariupol.
Los funcionarios
locales de Mariupol tenían programado que un convoy encabezado por la Cruz Roja
ayudase a sacar a la población civil del municipio, completamente sitiado por
las tropas rusas y sin agua, calefacción, electricidad ni cobertura de teléfono
o internet desde hace varios días, aunque el plan de evacuación, previsto para
este domingo por la mañana no pudo llevarse a cabo, según las confusas
informaciones sobre el terreno, informa The New York Times.
La salida de civiles
acordada un día antes, el sábado en Mariupol y en la pequeña localidad sureña
de Volnovaja, también en condiciones críticas, tuvo que suspenderse por el
fracaso del alto el fuego de solo cinco horas en esas poblaciones, pactado por
Kiev y Moscú.
El Gobierno ucranio
acusó al Kremlin de bombardear la zona establecida como corredor humanitario
para la salida de los civiles y la entrada de productos sanitarios y
medicamentos, y de utilizar “artillería pesada y cohetes” contra Mariupol,
ciudad que Rusia pretende controlar. El presidente ruso, Vladímir Putin, culpó
a las autoridades ucranias de “sabotear” el acuerdo y el corredor para civiles.
Situación desesperada
Mientras, la ofensiva
rusa se ensaña también con la zona de Kiev. Varios proyectiles de mortero han
caído a lo largo de la mañana de este domingo en la carretera por la que están
siendo evacuados a pie los civiles de la localidad de Irpin en dirección a Kiev
―las dos localidades están a unos 20 kilómetros—. Hay, al menos, tres muertos
causados por uno de esos morteros en el cruce principal del pueblo de Romanov,
según han confirmado varios reporteros presentes durante los ataques. Los
cuerpos permanecían tapados delante de la iglesia y del monumento a los caídos
en la Segunda Guerra Mundial, a escasos metros de donde el ejército ucranio
tiene un destacamento en retaguardia, desde el que salen constantemente
militares hacia la línea del frente.
La huida de
ciudadanos de Ucrania tampoco deja de crecer. Filippo Grandi, alto comisionado
de refugiados de Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados, ha informado
este domingo de que Naciones Unidas eleva ya a 1,5 millones las personas
desplazadas desde Ucrania hacia los países limítrofes por culpa de la invasión
de Rusia hace 11 días.
La directora de
operaciones de Médicos Sin Fronteras, Christine Jamet, ha exigido este domingo
que se reanuden las evacuaciones. “Las personas que buscan seguridad tienen que
poder ponerse a salvo sin miedo a sufrir los efectos de la violencia”. La ONG
considera que los corredores humanitarios no son suficientes. “El paso y acceso
seguro para la ayuda humanitaria debe ser un derecho, no un privilegio”,
sostienen en un comunicado.
EDITORIAL
Estoy seguro que tanto
Putin, como sus secuaces, terminarán siendo juzgados por “Crímenes de Guerra”, “Crímenes
de lesa Humanidad” y “Crímenes por Agresión”; aunque al paso que van,
tampoco me extrañaría se añadiese el cargo de “Crímenes por Genocidio”. Si Dios
existe, espero que lo pueda ver, sino en esta vida, en la siguiente. Y veremos entonces, si el sátrapa de Putin sonríe
frente al Creador, cuando tenga que rendir cuentas.
Fuente: El Pais.com