El Fondo Monetario Internacional ha estimado que la carrera a la baja entre los paraísos fiscales ha causado pérdidas indirectas adicionales al hacer bajar las tasas impositivas globales, y el impacto indirecto del abuso fiscal por parte de las corporaciones multinacionales es al menos tres veces mayor que las pérdidas directas
El problema está en que, según un
comunicado de TJN, esas cifras, representan pérdidas directas por parte de los
gobiernos y, por tanto, probablemente sean solo la punta del iceberg.
El Fondo Monetario Internacional (FMI)
ha estimado que la carrera a la baja entre los paraísos fiscales ha causado
pérdidas indirectas adicionales al hacer bajar las tasas impositivas globales.
Por tanto, el impacto indirecto del abuso fiscal por parte de las corporaciones
multinacionales es al menos tres veces mayor que las pérdidas directas, según
indica el informe.
En medio de la pandemia del Covid19,
el documento enmarca el alcance de la elusión fiscal y el impacto dispar en los
países de bajos ingresos, a través de la salud pública. Utilizando datos sobre
el costo de la entrega de vacunas, TJN estima que los 483.000 millones en
pérdidas fiscales globales serían suficientes para vacunar al mundo entero tres
veces. Y aunque los países de ingresos más bajos pierden mucho menos en
ingresos fiscales (40.000 millones de dólares) que las naciones más ricas, esa
cifra representa casi la mitad de los presupuestos de salud pública de esos
países.
El informe identifica a los países
ricos que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE) como la fuente de la mayor parte del abuso fiscal global. Los
miembros de la OCDE y sus dependencias son responsables del 78% de todas las
pérdidas fiscales globales, incluido más del 90% de la evasión fiscal
individual.
El informe pide a las Naciones Unidas
que intervengan y asuman el papel de la OCDE como organismo que establece los
estándares fiscales globales, una recomendación que refleja los hallazgos
publicados en febrero por el Panel de Alto Nivel de la ONU sobre Transparencia
Financiera, Responsabilidad e Integridad (FACTI).
Acuerdo de la OCDE y Estados Unidos
En octubre de este año, 136 países y
territorios firmaron un acuerdo encabezado por la OCDE y los Estados Unidos que
instituiría una tasa impositiva corporativa mínima global del 15% y exigiría
que las empresas multinacionales que paguen sus impuestos en los países donde
hacen negocios. Sin embargo, Alex Cobham, director ejecutivo de TJN, ha
denunciado que las medidas se diluyeron y mantuvieron incentivos considerables
para que las multinacionales transfieran las ganancias.
Por otro lado, el informe de TJN
descubre cómo Estados Unidos es responsable de que otros países pierdan casi
20.000 millones al año en ingresos fiscales, una cifra superada solo por las
Islas Caimán y el Reino Unido.
Impuesto a las grandes fortunas
Además de pedir a la ONU que asuma un
papel más importante en la fiscalidad global, el informe también recomienda que
los gobiernos introduzcan un impuesto a las ganancias excesivas para las
empresas multinacionales y un impuesto sobre el patrimonio a las grandes
fortunas para abordar la creciente desigualdad que ha sido exacerbada por la
pandemia.
Los impuestos pueden ser la
herramienta más poderosa para abordar la desigualdad, pero en cambio se han
hecho completamente opcionales para los superricos. Según Cobham, «Es hora de
que rindan cuentas».
Fuente: Diario16.com