Desde la presentación del protocolo WPA3 como sucesor del inseguro WPA2, hace apenas un año, el equipo de Dragonblood ya ha encontrado varios errores en el nuevo
protocolo que permiten recuperar información encriptada, como la clave de red,
contraseñas o chats, entre otros.
El equipo explica incluso cómo las
vulnerabilidades van más allá de factores criptológicos, siendo posible, entre
otras cosas, suplantar a un usuario legítimo y acceder a su red inalámbrica sin
la necesidad de conocer su contraseña.
En la publicación de Dragonblood,
equipo que colabora con la Wifi Alliance y la CERT/CC, notificando a los
proveedores que emplean la tecnología asociada a WPA3, se describen,
fundamentalmente, dos categorías bajo las cuales encuadrar las vulnerabilidades
detectadas. En primer lugar, ataques por degradación (downgrade) consistentes
en el uso forzado de configuraciones de compatibilidad con sistemas anteriores
que prescindan de las mejoras introducidas por las nuevas versiones. En segundo
lugar, ataques side-channel que se aprovechan de fugas de información para
recuperar la contraseña que está siendo utilizada por la red.
En el caso de los ataques por
downgrade, permiten a un atacante forzar a un cliente a utilizar el tradicional
sistema de autenticación WPA de 4 vías, que lleva, consecuentemente, a los
ataques por fuerza bruta ya conocidos contra dicho sistema de autenticación.
Adicionalmente, el handshake propio del protocolo WPA3, conocido como
Dragonfly, también es susceptible de un ataque por downgrade, obligando al
cliente a utilizar una curva elíptica más débil de la que corresponde al
protocolo.
En cuanto a los ataques side-channel,
se ataca directamente al handshake del WPA3, aprovechando el método de
codificación utilizado para la contraseña. A su vez, se distinguen ataques
side-channel basados en caché, que explotan el algoritmo implicado en la
generación por hash-to-curve y ataques side-channel basados en el timing, que
explotan el algoritmo hash-to-group.
La información que se puede extraer
mediante estos ataques, pueden derivar en un ataque exitoso por particionado de
contraseñas, que se asemeja a un ataque por diccionario. Según los
investigadores que publican el artículo, se trata de un ataque de poco coste
económico y temporal, especificando que unos 40 handshake bastarían para romper
una contraseña en minúsculas de 8 caracteres.
Ataques
por degradación conducentes a ataques por diccionario.
En aras de habilitar una
implementación gradual de este nuevo protocolo WPA3, es posible la habilitación
de un modo operativo denominado “transicional” que ofrece soporte simultáneo
para WPA3 y WPA2. Desafortunadamente, esta configuración es vulnerable a los
ataques por degradación mencionados. Particularmente, las pruebas han
demostrado que la instalación de un AP falso configurado con WPA2 y el
tradicional handshake de 4 vías, fuerza la autenticación del cliente víctima en
él, antes de cualquier detección de downgrade, consiguiendo suficiente
información de la red como para llevar a cabo un ataque por diccionario
exitoso.
Según los investigadores, este ataque
puede tener éxito incluso si el cliente ya se encuentra debidamente autenticado
en la “versión legítima” de la red que mantiene el protocolo WPA3. Esto quiere
decir que si un AP falso con WPA2 es detectado, el cliente víctima tratará de
conectarse igualmente, lo que, nuevamente, permite ataques por diccionario.
Ataques
side-channel basados en caché
El algoritmo de codificación de
contraseñas utilizado por Dragonfly hace uso de ramificaciones condicionales en
su código. En el caso de que un atacante pudiera descubrir el ramal lógico que
intervino en la generación del código, ello podría llevar a averiguar si la
contraseña se encuentra en una determinada iteración del algoritmo de
generación de contraseñas. La vulnerabilidad ha sido referenciada bajo
CVE-2019-9494.
Ataques
side-channel basados en timing
El algoritmo de codificación de
contraseñas hace uso de un número variable de iteraciones para codificar la
contraseña. El número concreto de estas iteraciones depende de la dirección MAC
del punto de acceso (AP) y de la dirección MAC del cliente. Un atacante puede
realizar un ataque por timing remoto contra el algoritmo de codificación de
contraseñas para determinar el número de iteraciones utilizadas. La información
recuperada puede ser útil para la realización de un ataque por particionado a
la contraseña, que es similar a un ataque por diccionario.
Ataques
por denegación de servicio
Adicionalmente, es posible, mediante
el spoofing de multiples direcciones MAC, la saturación con peticiones al punto
de acceso que haga uso de WPA3 hasta provocar una denegación de servicio.
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Fuente: Hispasec.com