17 de abril de 2019

SISTEMAS KEYLESS. Problemas de seguridad en los coches

Era de esperar que en algún momento de la historia, tal y como está avanzando el mundo del automóvil, llegase a cruzarse con el mundo de la seguridad informática, dando lugar a numerosas investigaciones que han puesto en entredicho la seguridad de los sistemas que incorporan nuestros vehículos actuales.
En 2015 los investigadores Charlie Miller y Chris Valasek consiguieron tomar el control de algunos sistemas del automóvil de forma remota, lo que ha desencadenado una oleada de investigaciones que demuestran que los componentes electrónicos incorporados, y su conectividad, distan mucho de ser seguros.
Una de las comodidades que incorporan los coches actuales es el sistema de apertura y arranque sin llave, aunque siempre se entrega una llave física al conductor, no es necesario introducirla en el vehículo para ponerlo en marcha. Esto permite a los atacantes clonar la señal de la llave, por lo que podrían abrir y arrancar el coche sin necesidad de aplicar la fuerza.
El club del automóvil de Alemania realizó el pasado enero de 2019 un estudio en el que demostró que, de un total de 237 automóviles, 230 eran vulnerables a este tipo de ataque.
De los estudios realizados por Thatcham Research se han podido generar calificaciones para este tipo de vulnerabilidad respecto al modelo de automóvil. Por ejemplo, modelos alemanes como Mercedes, Audi o Porsche obtienen en general buenas puntuaciones, mientras que modelos japoneses y coreanos de fabricantes como Toyota, Suzuki, Hyundai o Kia no salen muy bien parados.
¿Cómo funciona?
El funcionamiento del ataque es muy simple, uno de los atacantes acerca un amplificador de señal a la llave mientras otro, que se encuentra cerca del coche, la recoge para que el vehículo la detecte y se abra. En el siguiente vídeo podéis ver como se lleva a cabo el robo de un Mercedes clase C.
Por último es importante mencionar que la solución que aportan los distintos fabricantes a este tipo de vulnerabilidad es desactivar la función keyless, por la que habríamos pagado, o meter la llave en una jaula de Faraday para evitar que la llave emita la señal y que esta pueda ser clonada.
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Fuente: Hispasec