Una pandemia de covid en expansión, los atascos logísticos y la guerra en Ucrania representan unas preocupaciones inéditas para Xi Jinping, que se juega su reelección en 2022
La
estrategia covid 0,
que consiste en confinamientos forzosos para detener la propagación del virus,
ha provocado un desacoplamiento de la marcha de la economía china con la
recuperación de la economía mundial. El coste económico es muy alto, porque
implica paralizar la actividad de regiones enteras, como está ocurriendo en
Shanghái, incluso con pocos casos detectados. Para el presidente chino, la estabilidad es
una prioridad y tantos factores fuera de control podrían manchar su objetivo de
lograr su tercer mandato como secretario del Partido Comunista Chino. Así que
la nueva oleada de covid puede convertirse en el cisne negro de 2022, aunque el
principal afectado de un año malo en China podría ser Rusia.
Las
sanciones occidentales a Rusia por la invasión de Ucrania han convertido a
China en un socio comercial cada vez más importante para Moscú. Los
confinamientos en China han provocado una bajada de la demanda de petróleo del
20%, pero un enfriamiento de la economía china podría ser uno de los obstáculos
en la amistad sin límites entre Xi Jinping y Vladímir Putin.
Fuente: El Condidencial.com