El proyecto dirigido por Mariano Esteban y Juan García Arriaza, pertenecientes al CNB-CSIC, es 100% efectiva, incluso con una sola dosis, afirman los investigadores.
El equipo científico prevé solicitar
el permiso a la Agencia Española del Medicamento para realizar en unas semanas
los primeros ensayos clínicos en humanos. De pasar todos los controles, la
vacuna española podría ser una realidad a finales de año.
En enero de 2020, un día después de la
publicación de la secuencia de un nuevo coronavirus que empezaba a preocupar a
la comunidad científica internacional, un equipo del Centro Nacional de
Biotecnología del CSIC encabezado por Mariano Esteban y Juan García Arriaza
empezaron a desarrollar los primeros esbozos de un candidato a vacuna. En abril
ya contaban con el candidato ideal: una cepa atenuada de un virus de la familia
de la viruela modificado genéticamente. En los meses de mayo y junio se
empezaron a realizar experimentos en ratones, cuyas conclusiones acaban de
desvelarse en una publicación de la revista científica Journal of Virology: el
virus es 100% eficaz en estos animales, incluso si se les administra una sola
dosis.
El candidato es MVA-CoV-2-S, que usa
como vehículo el poxvirus MVA, el virus Vaccinia modificado de Ankara.
“Utilizamos una cepa atenuada de este virus Vaccinia debido a su alta seguridad,
pues este tipo de virus se usó en la campaña de la erradicación de la viruela
como vacuna, y sabemos que no replica, no se multiplica y no tiene efectos
secundarios”, explica Juan García Arriaza a National Geographic España a través
del teléfono. El equipo del CSIC lo modificó genéticamente insertando un gen
que codifica la producción de la proteína S de la espícula del coronavirus. El
resultado, explica Arriaza, es un virus recombinante (similar al utilizado en
la vacuna de Oxford, aunque con un poxvirus en lugar de un adenovirus), capaz
de despertar una respuesta inmunitaria.
“Antes de demostrar la eficacia de la
vacuna nos centramos en comprobar que era capaz de de activar el sistema
inmunitario -apunta Arriaza-. Cuando la inyectamos en ratones normales (sin
modificación genética) vimos que el fármaco era capaz de activar la producción
de anticuerpos neutralizantes, así como células citotóxicas TCD4 y TCD8, lo que
indicaba que es muy potente a la hora de activar una respuesta contra el
virus”.
Los investigadores han creado un virus
recombinante, similar al utilizado en la vacuna de Oxford, que es capaz de
despertar una respuesta inmunitaria en el organismo.
100% eficaz, incluso con una sola
dosis
Después comprobaron su eficacia en
ratones modificados genéticamente (llamados ‘humanizados’), capaces de expresar
en sus células en el receptor humano ACE2, la llave de entrada del Sars-Cov2 en
las células. Como apunta el mismo investigador, “comprobamos que un ratón sin
vacunar moría a los 6 días de infectarse por el coronavirus, mientras que el
100% de los ratones vacunados sobrevive, incluso con una sola dosis”. Además,
dos dosis de la vacuna inhiben la replicación del virus en los pulmones. En
ensayos con animales, las vacunas aprobadas como las de Pfizer o Moderna
mostraban resultados similares, por lo que, según explica Arriaza, el candidato
español previsiblemente se comportará del mismo modo en las pruebas en humanos,
con lo que es de esperar que tenga una eficacia similar a la de estas vacunas..
Para avanzar en las nuevas fases de la
investigación, el CSIC colabora con la empresa biotecnológica española
Biofabri, perteneciente al grupo Zendal, con el fin de producir la vacuna en
condiciones de uso en seres humanos, un proceso que esperan llevar a cabo
después de la solicitud a la Agencia Española del Medicamento. “Si obtenemos
resultados prometedores, esperamos realizar un ensayo en fase 3 en humanos a lo
largo de los próximos 6 meses”, explica Arriaza, quien vaticina, aun con todas
las precauciones del mundo, que a finales de este año podríamos tener una
vacuna ‘made in Spain’.
En los ensayos con animales las
vacunas aprobadas como la de Moderna o Pfizer tenían datos similares a los de
la vacuna española
Vacunación combinada
Paralelamente, los investigadores del
CSIC trabajan en un nuevo modelo de vacunación combinada, una en primera dosis
basada en ácido nucleico denominada ADN-S y otra en segunda dosis la
anteriormente mencionada MVA-CoV2-S. Los resultados, explica Arriaza, apuntan a
que esta combinación consigue niveles más altos de respuesta celular, lo que en
la práctica significa que en función de las pautas de vacunación podemos
modular la respuesta inmune de cada individuo, o dicho de otro modo: combinar
distintas vacunas en función del éxito conseguido, algo a lo que probablemente
deberemos empezar a acostumbrarnos, pues, en palabras del experto, "la
mejor pauta de administración no es aplicar dosis de una misma vacuna, sino
combinar vacunas distintas ".
Fuente: nationalgeographic.com.es