La Comisión Europea anunció el
jueves planes para enfrentar uno de los problemas de la era moderna: los juegos
en tabletas y teléfonos móviles que permiten que niños y adultos acumulen
grandes facturas en las tarjetas de crédito al realizar compras dentro de la
aplicación.
Después de una preocupación de los grupos de consumidores en Dinamarca,
Reino Unido, Italia y Bélgica, la Comisión mantendrá conversaciones con el
sector, los legisladores y las autoridades de protección del consumidor el
jueves y el viernes para estudiar líneas de actuación más claras.
La principal preocupación es que los juegos que a menudo se ofrecen con
"descarga gratuita" no son "gratis para jugar", con compras
que se cargan automáticamente en una tarjeta registrada.
Más de la mitad de los juegos online en la UE se publicitan como
"gratis", dijo la Comisión, pese a que muchos implican costos
ocultos.
"Engañar a los consumidores es claramente un modelo de negocio
equivocado y también va contra el espíritu de las normas de la UE sobre
protección al consumidor", dijo la comisaria de Justicia de la UE, Viviane
Reding.
"La Comisión Europea espera respuestas muy concretas del sector de
las aplicaciones por las preocupaciones de los ciudadanos y las organizaciones
de consumidores nacionales", dijo.
La industria de las "apps" en Europa ha crecido
exponencialmente en los últimos años a medida que lo hacía el uso de teléfonos
avanzados y tabletas.
Se estima que el mercado de la UE tendrá un valor de 63.000 millones de
euros en los próximos cinco años, según datos de la Comisión. Los usuarios de
Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, España, Holanda y Bélgica gastaron unos
16.500 millones de euros en juegos online sólo en el 2011.
Muchos de los que juegan son niños y adolescentes que a menudo terminan
cargando gastos a una tarjeta de crédito ya registrada sin darse cuenta o sin
la aprobación de sus padres. Los adultos a veces cometen el mismo error, pero
asumen la responsabilidad.
En un caso en Reino Unido, una niña de 8 años consiguió acumular una
factura de 4.000 libras (6.700 dólares) con compras dentro de aplicaciones como
My Horse o Smurfs' Village. En este caso, Apple reembolsó el dinero al padre de
la niña.
"Los consumidores, y en particular los niños, necesitan una mejor
protección contra los costos imprevistos de las compras dentro de las
aplicaciones", dijo Neven Mimica, comisario europeo sobre políticas de
consumo.
Este tipo de compras se pueden deshabilitar en la mayoría de los
dispositivos.
Entre las propuestas se incluirán explicaciones más claras en los
juegos acerca de los costos que implican, eliminando la inducción a realizar
compras como "Compre ahora" o "Actualice ahora" y evitando
que los pagos se carguen sin un consentimiento explícito.
La reunión debatirá si las empresas deberían dar direcciones de correo
que permitan a los consumidores contactar con ellas por posibles quejas.
Entre las compañías que debatirán estos asuntos estarán Apple y Google,
junto con agencias de protección de consumidores de Dinamarca, Reino Unido,
Francia, Italia, Bélgica, Lituania y Luxemburgo.
Fuente: Reuters