Siendo el mensaje clave de este
informe “que la pandemia de COVID-19 probablemente no terminará pronto",
asegura Michael T. Osterholm, director del centro.
De los tres escenarios posibles hacia
los que puede evolucionar la pandemia, solo uno prevé no volver a aplicar
medidas de mitigación, según un informe del Centro de Investigación de
Enfermedades Infecciosas de EEUU; que además asegura que el coronavirus seguirá
propagándose durante dos años.
"Nuestro objetivo es ayudar a los
planificadores a prever algunas de las situaciones que podrían presentarse
durante este año o el próximo, de modo que puedan tomar medidas esenciales
ahora, mientras aún hay tiempo", escribe Michael T. Osterholm, director
del centro.
En cualquier caso, el informe advierte
de que, en cualquiera de los tres escenarios planteados, hay que estar
preparados para seguir viendo una "actividad significativa de
COVID-19" durante al menos entre 18 y 24 meses.
El Centro asegura que aparecerán
"puntos calientes" de forma periódica en diversas zonas geográficas.
La apuesta del informe se decanta por la posibilidad de que la propagación del
SARS-CoV-2 siga un patrón estacional cuya virulencia disminuya con el tiempo.
"El mensaje clave de este informe
es que la pandemia de COVID-19 probablemente no terminará pronto, si alguno de
los escenarios que hemos esbozado se cumplen. Tenemos que estar preparados para
hacer frente a esta pandemia y sus "réplicas" durante 18 meses o más.
También es probable que el virus permanezca con nosotros una vez que la
pandemia se haya superado, probablemente en una forma menos virulenta y
siguiendo un patrón estacional", asegura Osterholm en un comunicado.
Respecto a la posibilidad de tener una
vacuna, el informe recuerda que existen muchos interrogantes en torno a la
inmunidad que se adquiere de forma natural contra el virus una vez pasada en la
enfermedad. Aunque fijándose en otros coronavirus estacionales se podría
aventurar que haber pasado la enfermedad garantiza cierta protección, el
informe reconoce que todavía no se sabe con certeza.
Por ahora, los primeros datos no están
siendo muy esperanzadores. La OMS ha revelado que, con los datos actuales, todo
apunta a que tan solo entre el 2% y el 3% de pacientes recuperados generan
anticuerpo.
En cualquier caso, "es probable
que una vacuna no esté disponible hasta por lo menos en algún momento del
2021", señala el informe. "Y no sabemos qué tipo de desafíos podrían
surgir durante el desarrollo de la vacuna que podría retrasar esa fecha",
concluyen.
En definitiva, el curso del coronavirus
sigue siendo "muy impredecible", por lo que el centro ha desarrollado
los tres escenarios más probables.
La epidemiología de otros coronavirus
graves (SARS y MERS) es sustancialmente diferente a la de del SARS-CoV-2,
asegura el informe. "Por lo tanto,
estos patógenos no proporcionan modelos útiles para predecir lo que se puede
esperar", explican, señalando que han optado por utilizar un modelo
comparativo basado en las pandemias de gripe.
Primer
escenario: pequeños repuntes de contagios suceden a la primera ola
En este escenario, la primera ola de
COVID-19 que estamos viviendo ahora se vería continuada por pequeños repuntes
de contagios que se suceden de forma continuada durante un periodo de 1 a 2
años.
El informe prevé que esta propagación
iría disminuyendo gradualmente en algún momento de 2021 y podría requerir
seguir aplicando medidas de mitigación de forma flexible hasta ese momento.
En una publicación anterior de la
revista Science, expertos de Hardvard ya advertían de que las medidas de distanciamiento
social podrían tener que extenderse hasta 2022.
También otro grupo de expertos
consultados por The Atlantic advirtió de que el peor de los casos—sin inmunidad
generada y sin vacuna disponible—las medidas de confinamiento podrían
prolongarse hasta 18 meses.
Segundo
escenario: una segunda ola obligará a volver a las medidas de mitigación en
invierno
Por ahora, el segundo escenario parece
ser sobre el que existe más consenso dentro de la incertidumbre: habrá una
segunda ola y probablemente se producirá entre otoño e invierno. El informe
también prevé que en 2021 haya olas posteriores de menor intensidad.
"No sabemos si habrá una segunda
oleada y si se producirá en invierno, pero es un escenario probable",
explicaba a Business Insider España Adolfo García-Sastre, microbiólogo y
director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes vinculado al
Hospital Monte Sinaí de Nueva York.
Es una posibilidad que cobra fuerza,
ya que las epidemias de gripe han seguido este patrón: una primera ola en
primera, disminución de la propagación en verano y un gran repunte de casos en
otoño.
García-Sastre explica que se espera
que el verano reduzca el número de contagios, por lo que anima a realizar los
análisis necesarios para evitar volver a un confinamiento con la segunda ola. Y
es que este escenario requeriría volver a aplicar las medidas de mitigación en
otoño para controlar la propagación y evitar la saturación de los sistemas
sanitarios, según explica el informe.
Para el microbiólogo, la única forma
de evitar el confinamiento es realizando test de diagnóstico a la población y
rastreando los contactos de los casos positivos para aislarlos. Aunque en
España ya hay en marcha un estudio de seroprevalencia, muchos expertos han
denunciado que no sirve de nada sin un sistema de rastreo.
Tercer
escenario: la propagación continúa de forma lenta sin llegar al punto de volver
a necesitar medidas de mitigación
El último escenario que los expertos
prevén, ofrece la posibilidad que la primera ola venga seguida de una
propagación continuada pero que no llegue a adoptar la forma de una segunda ola
como tal.
La ralentización de la propagación
haría manejable el número de casos para los sistemas sanitarios, por lo que no
se requeriría volver a implantar medidas de mitigación. Sin embargo, el informe
advierte de que seguirían produciéndose contagios y muertes.
La realidad es que los expertos
apuntan a que un virus suele reducir su virulencia a medida que se propaga,
según explicó Juan García Arriaza, investigador de una vacuna contra el
coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología, a Business Insider España.
El científico aseguró que la crisis
acabaría siendo manejada porque "la mayoría de los virus se van
atenuando", explica, "y con el tiempo lo controlaremos".
Además, García Arriaza señaló que,
aunque debía estudiarse más, todo apuntaba a que el nuevo coronavirus no mutaba
mucho, lo que disminuía las posibilidades de que se empezara a propagar una
cepa especialmente virulenta y facilita la búsqueda de un tratamiento.
Fuente: Bussinesinsider.es