Dos universidades japonesas han desarrollado una
revolucionaria cámara fotográfica que permite tomar imágenes a una velocidad
que resulta estratosférica.
Japón se ha situado a la vanguardia en materia de
avances en el sector de las cámaras con el desarrollo de una nuevo prototipo
que destaca por ser capaz de tomar imágenes con una rapidez 1.000 veces
superior a los actuales modelos de alta velocidad.
El nuevo invento nipón permite capturar imágenes que no
se pueden visualizar en una única toma, como pueden ser reacciones químicas,
exponen en el Wall Street Journal.
Para lograrlo emplea una nueva tecnología bautizada
como STAMP, que hace que la cámara pueda registrar imágenes de forma
consecutiva en menos de un trillón de segundo a través de su obturador óptico,
dejando atrás las marcas logradas por los modelos actuales que emplean
obturadores electrónicos y mecánicos.
En total, han colaborado en el proyecto 12
investigadores de las Universidades de Tokyo y Keio, y sus creadores aseguran
que sus esfuerzos se centran ahora en disminuir el tamaño de su prototipo, que
actualmente asciende a 1 metro cuadrado.
Además, sostienen que la nueva cámara podrá emplearse
en fábricas de producción de semiconductores o en el campo médico,
concretamente en la mejora de las terapias con ultrasonidos.
Fuente: Silicon Week.es