Nuevo dispositivo
portátil innovador diseñado para usarse en la garganta podría ser un cambio de
juego en el campo de la rehabilitación de accidentes cerebrovasculares.
Desarrollado en el laboratorio del profesor de Ingeniería de la Universidad de
Northwestern, en Estados Unidos, John A. Rogers, en asociación con Shirley Ryan
AbilityLab, el sensor es el último en la creciente cartera de productos
electrónicos elásticos de Rogers que son lo suficientemente precisos para su
uso en cuidados médicos avanzados y lo suficientemente portátiles para usarse
fuera del hospital, incluso durante el ejercicio extremo.
Rogers presenta su
investigación sobre las implicaciones de la electrónica elástica para el
tratamiento de recuperación del accidente cerebrovascular en una conferencia de
prensa que se celebra este sábado en el marco de la reunión anual de la
Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en
inglés), que tiene lugar en Austin, Texas, Estados Unidos. También expondrá su
trabajo por la tarde en la reunión de AAAS.
Los sensores de
Rogers se adhieren directamente a la piel, se mueven con el cuerpo y
proporcionan métricas de salud detalladas, incluida la función cardiaca, la
actividad muscular y la calidad del sueño. "Los componentes electrónicos
elásticos nos permiten ver lo que está sucediendo dentro de los cuerpos de los
pacientes a un nivel que los portátiles tradicionales simplemente no pueden
lograr -destaca Rogers-. La clave es hacer que estén lo más integrados posible
con el cuerpo humano".
El nuevo sensor de
garganta de tipo vendaje de Rogers mide la capacidad de deglución y los
patrones de habla de los pacientes. Los sensores ayudan en el diagnóstico y
tratamiento de la afasia, un trastorno de la comunicación asociado con el accidente
cerebrovascular. Las herramientas que los patólogos del habla y del lenguaje
han usado tradicionalmente para controlar la función del habla de los
pacientes, como los micrófonos, no pueden distinguir entre las voces de los
pacientes y el ruido ambiental.
"Nuestros
sensores resuelven ese problema midiendo las vibraciones de las cuerdas vocales
--apunta Rogers--. Pero solo funcionan cuando se usan directamente en la
garganta, que es un área muy sensible de la piel. Desarrollamos nuevos
materiales para este sensor que se doblan y se estiran con el cuerpo, lo que
minimiza la incomodidad para los pacientes".
El sensor envía alertas a los médicos
Shirley Ryan
AbilityLab, un hospital de investigación en Chicago, utiliza el sensor de
garganta junto con biosensores electrónicos, también desarrollados en el
laboratorio de Rogers, en las piernas, los brazos y el tórax para monitorizar
el progreso de recuperación de los pacientes con apoplejía. El sistema
intermodal de sensores transmite datos de forma inalámbrica a los teléfonos y
los ordenadores de los médicos, brindando una imagen cuantitativa de cuerpo
entero de las respuestas físicas y fisiológicas avanzadas de los pacientes en
tiempo real.
"Uno de los
mayores problemas a los que nos enfrentamos con los pacientes con accidente
cerebrovascular es que sus ganancias tienden a disminuir cuando salen del
hospital", señala Arun Jayaraman, científico investigador de Shirley Ryan
AbilityLab y experto en tecnología portátil. "Con la monitorización en el
hogar habilitada por estos sensores, podemos intervenir en el momento adecuado,
lo que podría conducir a una recuperación mejor y más rápida para los
pacientes", añade.
Debido a que los
sensores son inalámbricos, eliminan las barreras que presentan los dispositivos
tradicionales de control de la salud en entornos clínicos. Los pacientes pueden
usarlos incluso después de que abandonen el hospital, lo que les permite a los
médicos comprender cómo se desenvuelven sus pacientes en el mundo real.
"Hablar con
amigos y familiares en casa es una dimensión completamente diferente de lo que
hacemos en terapia", dice Leora Cherney, científica investigadora de
Shirley Ryan AbilityLab y experta en tratamiento de la afasia. "Comprender
de manera detallada los hábitos de comunicación de los pacientes fuera de la
clínica nos ayuda a desarrollar mejores estrategias con nuestros pacientes para
mejorar sus habilidades para hablar y acelerar su proceso de
recuperación", dice.
Jayaraman describe la
movilidad de la plataforma como un "cambio de juego" en la medición
de resultados de rehabilitación. Los datos de los sensores se presentan en un
tablero que es fácil de entender tanto para los médicos como para los
pacientes. Enviará alertas cuando los pacientes tengan un bajo rendimiento en
una determinada métrica y les permitirá establecer y realizar un seguimiento
del progreso hacia sus objetivos.
"Estamos muy
agradecidos por nuestra asociación con Shirley Ryan AbilityLab -destaca
Rogers-. Nos están ayudando a trasladar nuestra tecnología del laboratorio de
investigación al mundo real, donde ya está teniendo un impacto positivo en la
vida de los pacientes". Rogers también está colaborando con Shirley Ryan
AbilityLab para probar los sensores en pacientes con otras afecciones, como la
enfermedad de Parkinson.
Fuente: El
Economista.es