4 de marzo de 2018

ENERGÍA. En el foco de la ciberdelincuencia en 2018

La probabilidad de que exista una brecha en el entorno actual es del 100%"
El año pasado fuimos testigos del mayor ataque de ransomware jamás realizado cuando 'WannaCry' generó más de 200.000 víctimas en 150 países. No se libró el sector energético, donde la empresa de distribución de energía india, Bengala Occidental, recibió ataques en sus ordenadores.
Cabe preguntarse: ¿Habrá sido 2017 el año en que el mundo se ha dado cuenta de la magnitud de la amenaza cibernética industrial? ¿Las compañías globales de los sectores de energía, manufacturas y otros sectores industriales, tomarán en 2018 las medidas necesarias para prevenir el próximo ataque? Espero que sí.
No queda otra alternativa que afrontar el problema cuanto antes, ya que la amenaza se irá incrementando cada vez más. ¿A qué desafíos nos enfrentamos?
Una de las primeras previsiones a corto plazo es que las organizaciones superarán por fin el miedo a la conectividad y, de esta forma, tendrán más visibilidad y aprovecharán las ventajas de la digitalización. Erróneamente, muchas compañías creen que para evitar los ataques la solución es mantener sus redes desconectadas. Sin embargo, esto las hace aún más vulnerables y puede garantizar el éxito de un ciberataque, tanto desde dentro como desde fuera.
Erróneamente, muchas compañías creen que para evitar los ataques la solución es mantener sus redes desconectadas. Esto las hace aún más vulnerables y puede garantizar el éxito de un ciberataque, tanto desde dentro como desde fuera"
En segundo lugar, los ataques contra el sector energético serán cada vez más frecuentes y severos. Por tres razones: la probabilidad de que exista una brecha en el entorno actual es del 100%; el sector energético es, sin duda, el objetivo número uno para los piratas informáticos y, por último, la tecnología operativa se ha convertido en un objetivo creciente, que ahora supone el 30% de todos los ciberataques.
El tercer desafío es que la amenaza llegará hasta la cúpula de las empresas, lo que dará lugar a fuertes directivas para abordar el problema. Por tanto, con cada nuevo ataque será necesario intensificar la exigencia de las regulaciones cibernéticas. Concretamente, los ejecutivos del sector de la energía serán los que de forma proactiva participen en el desarrollo de sus propias medidas de seguridad, en lugar de esperar a que se les impongan desde el exterior.
Por todo ello, las grandes y medianas empresas crearán un nuevo rol de líder cibernético industrial interdisciplinario. Es más, algunas compañías de energía demostrarán su liderazgo al dirigir su estrategia hacia el más alto nivel, junto con recursos financieros acordes para integrar la vigilancia cibernética en toda la empresa. Por tanto, los modelos a seguir para la industria serán aquellos que cuenten con una estrategia industrial de ciberseguridad, un modelo de cíber-gobernanza, los que reexaminen sus fundamentos de seguridad y construyan defensas de infraestructuras inteligentes que incluyan una amplia capacidad cibernética.
En quinto lugar, se crearán soluciones informáticas cibernéticas e integrales para el sector de la energía. Las compañías de energía que adopten un enfoque holístico estarán más preparadas para el próximo ataque. Y quienes adopten soluciones que aprovechen las mejores tecnologías disponibles son los que conseguirán mantenerse más seguros.
El sexto desafío lo protagonizará la realización de análisis de seguridad de procesos, a través del aprendizaje automático y la inteligencia artificial (IA). Esto será lo que proporcione a los clientes de energía la ventaja necesaria para detectar y responder a los ataques. Un creciente reconocimiento de la amenaza cibernética conducirá a una mayor demanda de tecnología de aprendizaje automático. Y la inteligencia artificial crecerá, no solo para identificar amenazas, sino también para neutralizarlas.
La inteligencia artificial crecerá, no solo para identificar amenazas, sino también para neutralizarlas"
El séptimo será que los clientes de energía realicen un entrenamiento cibernético obligatorio e impartan una formación de preparación básica para el personal de campo. De esta forma, podremos entender el origen de muchas amenazas cibernéticas. Y es que, diversos estudios apuntan a que el 70% de los ciberataques industriales provienen del interior.
Y, finalmente, los clientes de energía serán los que directamente exijan la tecnología con servicios cibernéticos y soluciones integradas capaces de obtener resultados claros para reducir riesgos. Las compañías de energía darán mayor importancia a aquellas soluciones que aborden sus desafíos cibernéticos más urgentes en toda la cadena de valor. Las soluciones más efectivas serán aquellas que sean integrales e integradas que, a su vez, ofrezcan protección de "defensa en profundidad" desde la seguridad de la planta hasta la red y el sistema.
Ante este panorama, las empresas buscarán socios tecnológicos que les permitan conectarse a la nueva era de la digitalización y la automatización, permitiendo a su vez el procesamiento seguro de datos y la automatización en cualquier lugar de la web. Al mismo tiempo, estos socios deben ayudarles a cumplir con los objetivos ambientales, de disponibilidad y de seguridad en petroleros, oleductos, plataformas de producción submarinas y en alta mar, así como en plataformas de producción en tierra.
Debemos ser conscientes del alcance de este tipo de amenazas en infraestructuras críticas"
Porque si algo tenemos claro es que la energía está ahora mismo en el punto de mira de los ciberdelincuentes. Por eso, debemos ser conscientes del alcance de este tipo de amenazas en infraestructuras críticas, ya que un ataque de este calibre en el sector podría generar importantes e indeseables consecuencias para todos. Pero la buena noticia es que estamos a tiempo de pararlo y ya disponemos de la tecnología necesaria para conseguirlo.
Fuente: Expansion.com