El primer estudio representativo sobre
la prevalencia de la COVID-19 llevado a cabo en Europa continental y hecho
público este viernes en Viena apunta a que un 0,32 % de la población austríaca
estaba infectada con el coronavirus en la primera semana de abril, más del
doble de los casos confirmados.
"El iceberg es mayor de lo que
habíamos pensado", advirtió el ministro austríaco de Ciencia, Heinz
Fassmann, al presentar en rueda de prensa los resultados de los test de
coronavirus efectuados a 1.544 personas elegidas de forma aleatoria entre el 1
y el 6 de abril, con el fin de estimar el número de infecciones no detectadas.
Las cifras dan pie a pensar que aún
hay un riesgo importante de que se produzca una segunda ola de propagación del
patógeno con un crecimiento exponencial de casos, añadió el ministro.
El 0,32 % de los test efectuados dio
positivo, precisó Christoph Hofinger, investigador del instituto demoscópico
SORA, que llevó a cabo el estudio en cooperación con la Cruz Roja.
Las proyecciones de ese porcentaje,
teniendo en cuenta el grado de variación posible, apuntan a que entre 10.200 y
67.400 personas no hospitalizadas estaban infectadas con el SARS-Cov-2 en la
primera semana del mes, siendo la cifra más probable la de 28.500 casos
positivos (muchos de ellos asintomáticos), añadió el experto.
Esta cifra es más del doble de la de
contagios confirmados oficialmente en Austria durante el periodo mencionado
-mayoritariamente mediante test en pacientes sospechosos y que presentaban
síntomas de la COVID-19-, que se situó entre 10.500 y 12.200.
La principal conclusión es que este
país de 8,8 millones de habitantes, si bien tiene un plan para una cautelosa y
paulatina relajación de las medidas de contención de la pandemia que comenzará
el próximo martes con la apertura de las tiendas más pequeñas, está aún lejos
de poder bajar la alarma, destacó Fassmann.
Y es que por un lado, el número de
infectados asintomáticos que pueden contagiar sin saberlo es suficiente para
que, si no se respetaran las medidas de higiene y distanciamiento social,
vuelva a dispararse la curva de nuevos casos hasta el punto de amenazar con
superar la capacidad de atención hospitalaria adecuada.
Por otra parte, el estudio revelaría
que el grado de inmunización de la población contra el virus es aún demasiado
bajo como para frenar automáticamente las cadenas de contagios.
El ministro anunció que se continuarán
haciendo estudios similares para tener una visión más precisa de la situación,
con el fin de poder evaluar mejor los riesgo de la deseada reactivación de la
economía y la normalización de la vida en general.
Al mismo tiempo, se planea otra
investigación mediante pruebas de anticuerpos para estimar cuántas personas
estarían inmunizadas contra la enfermedad.
Sin contar los datos que arroja el
estudio, Austria contabiliza hasta ahora 13.271 casos de contagio confirmados,
incluidos 5.240 que se han curado y 295 fallecidos.
Fuente:lavanguardia.com