La combinación de dispositivos médicos en red e Internet de las Cosas (IoT) ofrece grandes oportunidades al sector de la salud, siempre y cuando la seguridad esté integrada a todos los niveles, según un nuevo informe presentado por Intel Security en asocición con The Atlantic Council, una organización independiente que promueve la cooperación transatlántica e internacional.
The Healthcare Internet of Things: Rewards and Risks explora
los retos en materia de seguridad y los beneficios para la sociedad que supone
una verdadera red de dispositivos médicos conectados, entre los que se incluyen
modernos wearables, pequeños dispositivos que se ingieren temporalmente – como
las cápsulas endoscópicas- , o incluso aquellos que se introducen en el cuerpo humano para tratar
enfermedades, administrar medicamentos y mejorar la salud y el bienestar. Este
informe ofrece una serie de recomendaciones a la industria, a los organismos
reguladores y a los profesionales de la salud para maximizar el valor que
tienen para los pacientes y, a la vez, abordad de manera exitosa los retos en
materia de seguridad que tienen su origen en el software, el firmware y las
comunicaciones tanto en las redes como en los dispositivos.
Según el informe, estas tecnologías podrían ahorrar 63.000
millones de dólares en costes sanitarios durante 15 años, con una reducción de
entre un 15% y un 30% en los costes de equipamiento hospitalario. El informe
arroja una serie de indudables beneficios, aunque también plantea algunos temas
en materia de ciberseguridad que deben tenerse en cuenta, como son el robo de
información personal, la manipulación intencionada de los dispositivos, la
interrupción generalizada y fallos fortuitos.
Consejos para un nuevo modelo de sanidad conectada
El informe ofrece una serie de recomendaciones que pretenden
ayudar a impulsar la innovación tecnológica en el ámbito de la salud al tiempo
que reduce los riesgos en materia de seguridad.
- La seguridad debe integrarse de forma natural en los dispositivos y las redes como un elemento más desde el primer momento. La industria y los gobiernos deberían considerar la implementación de un amplio conjunto de normas de seguridad para los equipos sanitarios conectados en red con el fin de hacer frente a los riesgos subyacentes.
- La colaboración entre el sector público y privado, y de las empresas que componen el sector privado entre sí es fundamental. De esta forma se logra una mayor coordinación entre los diferentes organismos, que no siempre van al ritmo de los avances tecnológicos.
- Un cambio evolutivo del paradigma de aprobación de las normativas en materia de dispositivos médicos para incentivar la innovación. Además, permitiría que las organizaciones que prestan servicios sanitarios cumplieran los objetivos de las directivas y protegieran el interés general.