“Queremos dar a la gente esperanza y seguridad y alejarlos de los chismes”, afirma en Kiev un joven que difunde datos de la guerra y cuyo móvil se ha convertido en un arma
“Nuestra posición es pro-Ucrania. No
podemos decir que lo que hacemos es claramente periodismo, pero es un trabajo
que desarrollamos para defendernos, por eso no podemos dar toda la información
de que disponemos”, aclara Stanchevskii. Es decir, evitan comunicar las
posiciones de las tropas locales, de los lugares exactos de los ataques y
también frenan la publicación de imágenes de muertos o muy escabrosas que
puedan minar la moral de los ciudadanos. “Queremos dar a la gente esperanza y
seguridad y alejarlos de los chismes. Nos llegan muchos vídeos o fotos que no
podemos publicar”, reconoce el activista sin negar su veracidad.
Conscientes de la importancia de las
redes sociales y de su capacidad de llegar hasta el mismo tuétano de la
sociedad del país invadido, los rusos las emplean también en su propio
beneficio dentro de Ucrania. Así ha ocurrido en enclaves que han caído bajo su
poder como Berdiansk o Melitopol, en el sur del país, donde han conseguido a
través de los móviles infiltrarse, intoxicar y despistar a los habitantes para
tratar de ganárselos, señala Stanchevskii. “Los rusos tienen una táctica.
Cuando ocupan una ciudad tratan de controlar la infraestructura local. Van a
los periodistas locales y, si estos no colaboran, pillan las claves (de sus
redes sociales) y se apropian de los canales”, explica.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha
denunciado el secuestro por los rusos del padre de la periodista Svitlana
Zalizetska con el objetivo de canjearlo a cambio de obtener el control del
medio que ella dirige, RIA-Melitopol. El hombre, de 75 años, fue finalmente
liberado en la noche del viernes y Zalizetska ya no controla el medio que
dirigía, según RSF.
#Ukraine: RIA-Melitopol
editor-in-chief Svitlana Zalizetska’s father was released last night after
being taken hostage by Russian forces earlier this week. Zalizetska refused to
cooperate with Russian authorities and instead transferred control of her news
site to third parties. pic.twitter.com/w23Vog6X2M
— RSF (@RSF_inter) March 26, 2022
En un canal de Telegram llamado
Berdiansk Mañana, con unos 6.000 seguidores, puede verse al que se ha erigido
como nueva autoridad de esa ciudad desde que cayó en manos de los rusos
dirigiéndose a la población como si fuera una especie de alcalde. Esa nueva
autoridad lanza mensajes en los que trata de convencer a los vecinos de que la
vida en la ciudad ha vuelto a la normalidad, así como el restablecimiento de los
servicios de emergencia. También anuncia el lanzamiento de canales de radio y
televisión en lengua rusa, publicaciones de bajas entre las filas ucranias en
nombre del Ministerio de Defensa ruso o mensajes contra el Gobierno del
presidente ucranio, Volodímir Zelenski, al que se tacha de “fascista” y al que
se acusa de utilizar al pueblo como escudo humano. Hasta difunde vídeos con
alocuciones del presidente ruso, Vladímir Putin.
A diferencia del grupo Berdiansk
Mañana, en el de Berdiansk Hoy, con 43.000 seguidores, avisan sobre las sirenas
que alertan sobre posibles ataques aéreos, sobre cómo recibir ayuda
humanitaria, el funcionamiento de bancos, las evacuaciones, direcciones de
tiendas y comercios o el horario de autobuses. En definitiva, “cómo vivir”,
puntualiza Stanchevskii. Algunos de los ucranios consultados por EL PAÍS en
estas semanas que han transcurrido de conflicto reconocen que los canales a los
que acceden desde sus teléfonos móviles son la principal fuente de información
y sobre lo que leen en ellos acaban tomando decisiones en su día a día. Una
mujer de la región de Mikolaiv contó que fue evacuada a Lviv junto a sus hijos
gracias a un listado organizado por las autoridades locales a través de
Telegram.
Stanchevskii no dispone de más medios
materiales que cualquier otro ciudadano para desarrollar su activismo. Es más,
este sábado ni siquiera tiene acceso a la electricidad ni a internet en su
casa. Pero no se desanima. Él y otros activistas llevaban meses preparándose
para lo que se les vino encima el pasado 24 de febrero con la orden del
presidente ruso de abrir la caja de los truenos en forma de invasión del país.
Entre los informes que maneja destaca La muerte de Putin, que muestra junto a
otro, El modelo de defensa territorial de Ucrania, ambos editados por el centro
de estudios Instituto Ucranio por el Futuro. Pero el community manager reconoce
que su trabajo ahora está a pie de calle, a pie de Telegram. “Apostamos por los
contenidos positivos para no poner a la población nerviosa. Cada día al
atardecer publicamos una broma o un meme para intentar que la gente se vaya a
dormir en paz”.
Fuente: El Pais.com