En su último libro, el divulgador inglés hace un recorrido por diferentes e inesperadas áreas en las que las matemáticas juegan un papel fundamental
En la actualidad, aunque hace más de
una década que dejó la docencia en la Universidad de Warwick, Stewart es conocido por
su labor divulgadora: solo en este siglo ha publicado más de una docena de
libros sobre las matemáticas. El último, ¿Para qué sirven las matemáticas?
(Crítica), ha salido a la luz el 9 de marzo en España. En él, hace un recorrido
sobre las distintas áreas, como política o medicina, en las que las matemáticas
son fundamentales, con el fin de desmitificar la percepción popular de que
estas son inútiles para el día a día.
Pregunta: ¿Para qué sirven las matemáticas?
Respuesta: Están en todos lados. Las usamos todo
el tiempo, pero no nos damos cuenta porque la mayor parte las hacen la
tecnología, los ordenadores o los teléfonos. Hay muchas matemáticas
involucradas, pero nunca vemos qué pasa, solo obtenemos sus beneficios. El
problema para los matemáticos es que la gente piensa que no estamos haciendo
nada [risas].
P: En su último libro recorre áreas donde las matemáticas
son fundamentales, como la política o la medicina. ¿Cree que la sociedad es
consciente de la importancia que tienen?
R: En términos generales, sí. Sin
embargo, la idea que tienen la mayoría de las personas de en qué consisten las
matemáticas está basado en el razonamiento o en lo que aprenden en la escuela.
Pero realmente no es representativa de las matemáticas en su conjunto. La gente
tiene una visión limitada de lo que realmente son. Y, por supuesto, esto les
hace pensar que las aplicaciones son igualmente limitadas.
P: ¿Cómo se podrían usar las matemáticas en la guerra en
Ucrania?
R: De muchas maneras. El mal uso está en cosas como la
tecnología que hay detrás de las armas de muy alta potencia o en la que está
siendo utilizada para hacer que se alcancen objetivos con precisión para
mejorar el tamaño de la explosión. Pero este no es el propósito de los
matemáticos, a menos que estén involucrados, porque las mismas matemáticas que
se pueden emplear para la guerra, se pueden utilizar con fines pacíficos. Las
matemáticas son muy útiles, por ejemplo, en la organización para evacuar las
ciudades; hay formas eficientes para organizar la movilización de multitudes de
personas.
P: De acuerdo con un estudio publicado en enero de 2022 en
Datareportal, los usuarios pasan casi siete horas de media al día en internet.
¿Cómo pueden ayudar las matemáticas a mantener la seguridad en estos
dispositivos?
R: La seguridad en internet se basa en sistemas de códigos
inteligentes. La codificación se remonta a tiempos de Julio César, si no antes.
Ahora, un ordenador es muy bueno configurando códigos complejos, pero también
rompiéndolos, como descubrimos en la II Guerra Mundial. Hay una colección muy
interesante de ideas matemáticas para hacer estos códigos secretos, para que
estos códigos sean tan inquebrantables como sea posible y, por supuesto, cómo
descifrar el código de otras personas. En Gran Bretaña, durante la II Guerra
Mundial, los códigos alemanes se descifraron usando los precursores de los
ordenadores actuales.
“Siempre pensamos que los ordenadores
son muy inteligentes, pero detrás de ellos siempre hay métodos matemáticos”
P: ¿Cuáles son las nuevas profesiones que emergen gracias a
las matemáticas?
R: No se trata tanto de nuevas profesiones, aunque hay
algunas. De hecho, todas las áreas de inteligencia artificial. Siempre pensamos
que los ordenadores son muy inteligentes, pero detrás de ellos siempre hay
métodos matemáticos. Creo que los matemáticos se han visto involucrados en
profesiones donde nunca antes se esperaba que hicieran este tipo de trabajo. De
esta manera, se abren nuevas áreas como asistencia a abogados que están
disputando elecciones, por ejemplo. Hay muchos intereses en intentar conseguir
que la gente decida lo que tú quieres que decida, tratando de revertir el
proceso, intentando amañar el proceso de toma de decisiones por la forma en la
que se estructura. Particularmente en América, pero también en el Reino Unido y
estoy seguro de que en algún sitio más del mundo, tenemos que tener un
representante por cada gran área y la forma de hacerlo es que la gente de esta
área vote y elija a su miembro en el Parlamento. Esto suena muy correcto y
democrático. Pero alguien decide cómo dibujar los límites de esos distritos
electorales. Y si tienes alguna idea de cómo se alteran geográficamente las
preferencias de voto de las personas, hay muchas maneras de hacer que la
oposición pierda muchos de sus votos. Si yo estoy en un partido y mi partido es
el que está trazando los límites en ese momento y queremos mantener a los
contrarios afuera, podemos mirar las áreas donde hay muchos votos para el
partido de la oposición y trazar el límite, de manera que toda esa área solo
obtenga un escaño. La oposición consigue votos en un pequeño número de áreas y
tú distribuyes todos tus votos en tantas áreas como sea posible. Esto no es
algo en lo que esperarías que los matemáticos estuvieran involucrados.
P: ¿Por qué cree que las matemáticas es una de las
asignaturas más difíciles y que menos gustan en el colegio?
R: En primer lugar, porque es una asignatura difícil. Es
difícil para los matemáticos. Cuando un matemático investiga, pasa mucho tiempo
pensando en el problema y la mayor parte diciendo “no lo entiendo”. Pasa el 95%
del tiempo en un estado de confusión, pero el otro 5% es maravilloso porque es
cuando de repente empieza a ver cómo funciona. Todos hemos pasado por este
proceso en la escuela cuando nos enseñan una idea nueva por primera vez,
incluso si te interesa como parte de las matemáticas. La primera vez que te lo
cuentan no tiene mucho sentido. Es una asignatura difícil en la que se acumulan
unas ideas encima de otras. Por lo tanto, si te pierdes en algún momento, todo
lo demás que sigue no tiene sentido.
“No abogaría por un cambio radical en
la enseñanza, pero creo que lo que se necesita es que la sociedad en su
conjunto tenga una comprensión de lo que realmente son las matemáticas”
P: ¿Cree que es necesario cambiar la forma de enseñar las
matemáticas?
R: Creo que los profesores hacen un muy buen trabajo,
considerando la naturaleza de la asignatura, porque la otra característica de
las matemáticas es que si la respuesta es incorrecta, es incorrecta. Es
implacable en ese sentido y los profesores no pueden hacer mucho al respecto.
En el Reino Unido, lo que se enseñan a los niños sobre matemáticas en la
escuela está prescrito por el Gobierno. Hay un plan fijo, una parte completa
sobre aquello que se tiene que enseñar. No veo que sea una manera muy útil de enseñar
nada. Opino que los profesores tendrían que tener más libertad sobre cómo
enseñan. También me gustaría ver mayor énfasis en explicar para qué las
matemáticas son realmente útiles, en contar de dónde provienen o el lado social
de la asignatura, para que parezca más humano. Pero hay un problema: puedes
tener una clase con niños entusiasmados por las matemáticas, pero luego les das
un problema y no pueden resolverlo. Eso no es bueno, tiene que ser equilibrado.
No abogaría por un cambio radical, pero creo que lo que se necesita es que la
sociedad en su conjunto tenga una comprensión general de lo que realmente son
las matemáticas, qué hacen los matemáticos, para qué se usan. Para eso está
este libro.
Fuente: El Pais.com