La carrera para lograr un ordenador
cuántico viable preocupa a la NSA por su capacidad para romper sistemas
cifrados, aunque Snowden reveló que también investiga formas de utilizar esta
tecnología de forma ofensiva
La computación cuántica es uno de los
mayores desafíos que están intentando desentrañar ingenieros, matemáticos y
físicos en la actualidad. Si los ordenadores tradicionales funcionan a través
de bits, pulsos eléctricos u ópticos que representan unos y ceros (encendido y
apagado), un ordenador cuántico funcional se basaría en bits cuánticos o
cúbits: partículas subatómicas con capacidad de estar en múltiples estados a la
vez, por lo que pueden representar un gran número de combinaciones de unos y
ceros al mismo tiempo.
Es incluso más complicado de lo que
suena. Por eso, buena parte de la comunidad científica opina que el esfuerzo y
los miles de millones que están invirtiendo IBM, Google o Microsoft en
investigar esta tecnología terminarán cayendo en saco roto. Aún así, la inmensa
mayoría asume que merece la pena el intento: mediante los cúbits, los
ordenadores cuánticos podrían ser mucho más efectivos que los supercomputadores
actuales a la hora de ofrecer múltiples soluciones a la vez para un mismo
problema. Esto sería extraordinariamente útil para hacer simulaciones,
herramienta básica en muchas investigaciones científicas actuales.
La química, el diseño de materiales o
la optimización de procesos podrían ser los primeros campos beneficiados de la
computación cuántica. No obstante, a la vez que los países y empresas que
investigan esta tecnología han ido consiguiendo hitos necesarios para hacerla
viable, ha ido creciendo el miedo a uno de sus potenciales usos. Un ordenador
cuántico también sería muy efectivo para resolver problemas criptográficos, la
piedra angular de la actual seguridad digital. Podría ser capaz de atacar
cualquier sistema y romperlo con fuerza bruta informática.
"Los Sistemas de Seguridad
Nacional —sistemas que transportan información militar o de inteligencia
clasificada o de otro tipo— utilizan la criptografía como un componente crítico
para proteger la confidencialidad, integridad y autenticidad de la información
de seguridad nacional", destaca la NSA. "Sin una mitigación eficaz",
advierte, esos sistemas estarían a merced de cualquier país o grupo
cibercriminal con capacidad de emplear la computación cuántica contra ellos.
La criptografía actual se basa en
utilizar las matemáticas como barrera de protección. Un ordenador convencional
podría pasarse cientos de años haciendo cálculos para hallar la combinación con
la que penetrar este muro lógico. En la práctica, esto hace que un buen cifrado
sea impenetrable con los métodos actuales. El riesgo es que los ordenadores
cuánticos puedan llevar a cabo esos cálculos mucho más rápido y la criptografía
deje de ser una protección fiable.
La agencia de espionaje estadounidense
reconoce que "la NSA no sabe cuándo llegará, ni siquiera si llegará a
existir un ordenador cuántico de tamaño y potencia suficientes para vulnerar la
criptografía". Los científicos creen que el primer prototipo podría tardar
décadas. No obstante, la NSA considera que la sola posibilidad de que la
tecnología se haga realidad es una amenaza de primer orden. Si bien las
multinacionales americanas han sido relativamente transparentes con sus
descubrimientos y han publicado estudios para su análisis por la comunidad
científica internacional, países como China, que también investiga el potencial
de esta tecnología, se han prodigado mucho menos en los avances de su
investigación.
Computación cuántica ofensiva
El documento de la agencia
estadounidense trata la computación cuántica desde una perspectiva defensiva.
La NSA también es la encargada de desarrollar los protocolos de protección
informática de los sistemas de seguridad nacional de EEUU y ya tiene en marcha
un plan para una situación "postcuántica". Asegura que ya está
preparada para resistir un potencial ataque basado en cúbits.
Pero la NSA no solo piensa en la
computación cuántica como amenaza, sino también como método de ataque.
Documentos suministrados por Snowden en 2014 revelaron que la entidad había
invertido 80 millones de dólares en un programa para crear "un ordenador
cuántico criptológicamente útil" con el que "descifrar la mayoría de
los tipos de encriptación", publicó entonces el Washington Post. No era su
único proyecto en este sentido, puesto que el exanalista también facilitó
información sobre otro, denominado "Owning the net" (Dominando la
red) destinado a apoyar al primero.
Ya entonces varios expertos apuntaron
al periódico estadounidense que era muy improbable que la NSA hubiera podido
ocultar un avance relevante en la computación cuántica, incluso siendo una
organización basada en el secreto. "La ironía de la computación cuántica
es que, si puedes imaginar que alguien pueda construir un ordenador cuántico
capaz de descifrar el cifrado dentro de unas décadas, entonces tienes que
empezar a preocuparte ahora mismo", advertía uno de ellos.
Fuente: El Diario.es