Forcepoint explora a través de uno de
sus nuevos productos "la próxima frontera de la ciberseguridad", con
un modelo de riesgo adaptativo que se ajusta de manera automática en función de
los comportamientos de cada uno de los individuos (los empleados de una
compañía, generalmente) conectados a la red protegida.
"Una arquitectura que se adapta a
los riesgos y permite hacer cambios rápidos en los parámetros de seguridad de
la empresa", explica Fabiano Finamore, Country Manager de Forcepoint para
Iberia. Se trata de una oferta de ciberseguridad individualizada que se adapta
en función de los comportamientos, lo que garantiza "una mejor comprensión
de las intenciones de cada persona" y, en consecuencia, "una mejora
en la eficiencia de las soluciones de protección".
De esta manera, el propio programa
será capaz de detectar comportamientos anómalos de determinados empleados y
bloquear su acceso a determinados documentos confidenciales de la compañía, ya
sea por un caso de "venganza" de un empleado contra la empresa o de
robo de credenciales.
Así, Forcepoint se presenta como
"la única compañía que puede abordar las amenazas de infraestructura
crítica donde existen más vulnerabilidades", en referencia al punto humano
de interacción con los sistemas y los datos.
El 50 por ciento de los ataques
cibernéticos se vinculan a errores humanos de los trabajadores, por lo que la
empresa insiste en la necesidad de "crear un ecosistema de empresa
seguro". A partir de ahí, la nueva solución 'Risk-Adaptive Protection',
llamada 'Dynamic Data Protection', conectará las IP, los datos y las personas
para detectar comportamientos anómalos y ajustar los niveles de riesgo.
"Con estos procesos y una cultura
de la confianza y transparencia, las compañías pueden asegurar que las personas
son propietarias realmente de sus datos y desempeñan un papel en la protección
de su identidad digital", defiende la empresa.
Forcepoint asegura que este control
individualizado de los comportamientos de los usuarios no choca en ningún caso
con la legislación española en materia de privacidad. En este sentido, apuesta
por que cada persona "rinda cuentas de su propia huella digital".
"Solo así se podrá construir una cultura donde las brechas de seguridad en
la red sean una rareza", sentencia.
Fuente: Europa Press