4 de octubre de 2018

VIRUS. Las memorias USB pueden ocultar un malware para minar criptomonedas

Recientemente, la firma de seguridad Kaspersky acaba de detectar una nueva amenaza informática que está infectando ordenadores por todo el mundo utilizando como medio de distribución memorias USB. Esta nueva amenaza informática se basa en Windows LNK, un malware que comenzó a funcionar en 2016 y que, a día de hoy, sigue siendo una de las familias de malware más peligrosas.
Cuando la víctima conecta la memoria USB al ordenador, este malware copia automáticamente un troyano muy avanzado, e indetectable hasta la fecha, que automáticamente empieza a minar criptomonedas utilizando el hardware de nuestro ordenador. En un principio, este troyano no hace mucho más, no pone en peligro nuestros datos ni secuestra nuestros datos, aunque el aumento de consumo del ordenador se disparará, este funcionará más lento e incluso podría llegar a dañarse.
Cómo protegernos del nuevo troyano que se distribuye a través de memorias USB
A pesar de que cada vez tenemos mayores velocidades de conexión a Internet y el almacenamiento en la nube es más accesible para todos, hoy en día podemos encontrar pendrives de 64 GB por menos de 20 euros, lo que hace que las memorias USB se sigan utilizando muy a menudo para compartir archivos con otras personas, por lo que para los piratas informáticos siguen siendo una fuente de distribución de malware de lo más interesante, y debemos saber cómo protegernos.
Lo primero que debemos hacer antes de conectar una memoria USB a nuestro ordenador es saber exactamente su procedencia. Si la persona que nos la ha dado es de total confianza podemos conectarla y, tras analizarla con un antivirus, podremos utilizarla sin demasiada preocupación. Sin embargo, si la memoria USB viene de un desconocido, de una persona de la que no nos fiamos o nos la hemos encontrado, directamente debemos evitar conectarla a nuestro ordenador, ya que no solo podemos poner en peligro nuestra seguridad, sino que incluso podemos llegar a dañar físicamente el ordenador.
Otras medidas de seguridad que siempre debemos tener en cuenta cuando usamos un USB para compartir datos es hacerlo siempre con la máxima seguridad posible, es decir, cifrando los datos que van guardados en la memoria de manera que, si esta cae en manos de una persona no autorizada, esta no pueda acceder a los datos. Perderemos el pendrive, pero nuestros datos estarán a salvo.
Es cierto que desde 2014 el número de infecciones a través de memorias USB ha disminuido considerablemente, pero a día de hoy sigue superando los 100 millones de infecciones anuales, todo por “fiarnos” de las memorias USB y no contar con medidas de seguridad para ellas.
Fuente: gbhackers