La Dirección General de la Seguridad Exterior recolecta los datos de toda actividad que pase por Google, Facebook, Microsoft, Apple y Yahoo!, según informa el diario 'Le Monde'
Francia cuenta con un sistema de espionaje de comunicaciones
que escruta en su territorio millones de llamadas de teléfono, correos
electrónicos o mensajes de móvil bajo un marco legal poco claro, según reveló
este jueves el diario Le Monde.
"La Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE)
recolecta sistemáticamente las señales electromagnéticas emitidas por los
ordenadores o los teléfonos en Francia, así como los flujos entre Francia y el
extranjero: la totalidad de nuestras comunicaciones son espiadas", señaló
ese diario.
Esos procedimientos, preciados por los servicios
antiterroristas, no se centran en el contenido de las comunicaciones, sino en
los "metadatos", es decir, quién contacta a quién. "La DGSE
recolecta los datos de las llamadas de millones de abonados, identificando a
los interlocutores, el lugar, la fecha, la duración y el peso del mensaje. Lo
mismo con los correos electrónicos -con la posibilidad de leer el asunto del
correo-, los SMS, los faxes... Y toda actividad que pase por Google, Facebook,
Microsoft, Apple, Yahoo!", agrega el diario.
"Los políticos lo saben perfectamente, pero el secreto es
la regla", añade Le Monde. Según el rotativo, el almacenamiento de esos
datos "durante años" se trata de una práctica ilegal, a lo que las
fuentes de los servicios secretos del diario precisan que es
"alegal", es decir, que no está regulado pero tampoco prohibido.
El espionaje está legislado, "no hay nada previsto sobre
el almacenamiento masivo de datos por los servicios secretos". Esos datos
estén a disposición de una serie de agencias francesas a cargo de la seguridad,
desde los servicios aduaneros a la inteligencia militar, interior, exterior y
financiera, entre otras.
Le Monde no dice que Francia espíe de esa forma fuera de su
territorio, pero sí que detalla una "larga tradición" de espionaje
industrial y comercial que data, al menos, de los años cincuenta del siglo XX,
durante la guerra fría. "La DGSE pone a disposición de los responsables de
las grandes empresas francesas, en una sala protegida de su sede de París,
documentos comerciales confidenciales robados gracias a los potentes medios de
interceptación de los que dispone la agencia francesa", apunta el
periódico.
Francia pone a disposición de las grandes empresas documentos
comerciales confidenciales robados
Como ejemplo concreto de ese tipo de espionaje, el diario se
remonta a noviembre de 2011, cuando en su habitación del hotel Crowne Plaza de
Toulouse, el presidente de la compañía aérea China Eastern se encontró
"frente a frente" con tres hombres que registraban sus maletas. Los
individuos, que abandonaron "precipitadamente" la habitación,
olvidaron un ordenador, llaves maestras y un lector de DVD.
"La justicia desestimó el caso", precisa el diario,
que recuerda también cómo en 1989 el FBI estadounidense desmanteló una red de
agentes franceses infiltrados en compañías como IBM, Texas Instruments y Corning
Glass. Seis años después, fue París quién expulsó a varios agentes de la CIA y
diplomáticos estadounidenses por haber desplegado una "amplia red de
espionaje económico" en territorio galo.
"Como desveló en enero de 2011 WikiLeaks, Francia está
considerada en el mundo del espionaje como una de las naciones más activas en
ese campo, una apreciación que se extrajo de telegramas redactados por
diplomáicos estadounidenses en Berlín", precisa "Le Monde".
Fuente: Publico.es